sábado, 19 de diciembre de 2009

Joaquín, el todopoderoso

Las últimas dos semanas, en prensa escrita, radio y televisión, una y otra vez, Joaquín López Dóriga me ha despedido de mi trabajo. Inició con: “El poderoso secretario de Desarrollo Social de Marcelo Ebrard ya se va”. Después corrió la especie de que sería sustituido por Clara Brugada. Más tarde pasó a un: “¡Se tiene que ir!”. El miércoles por la noche, en televisión, hasta le puso fecha. Y ayer en su columna escribió: “Antes del lunes, Martí Batres saldrá de la poderosa Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del Distrito Federal. Esa dependencia es clave, maneja todos los programas sociales y de asistencia y tiene un presupuesto de 12 mil millones, tres veces lo que maneja Iztapalapa…”

Lo que dice López Dóriga es falso, como ha sido todo lo que ha dicho en su ya larga persecución en mi contra a partir de 2006. No es cierto que en la Secretaría de Desarrollo Social estén todos los programas sociales. La Beca Prepa Sí está en la Secretaría de Educación; el Seguro de Desempleo, en la del Trabajo; el Programa de Apoyo a Pueblos Originarios, en la de Desarrollo Rural; el Fondo de Desarrollo Social está en la Secretaría de Desarrollo Económico; el programa de Medicamentos Gratuitos está en la de Salud. Los programas Niños Talento, Desayunos Escolares, Apoyo a Hijos de Madres Solteras, Educación Garantizada y Beca de Discapacidad, están en el DIF. Y este último está actualmente sectorizado en la jefatura de gobierno.

También es falso que la Secretaría de Desarrollo Social tenga un presupuesto de 12 mil millones de pesos. En el proyecto de Presupuesto de Egresos de 2010 apenas se le asignan alrededor de mil 300 millones de pesos.

Joaquín me corre una y otra vez, pero el nombramiento que cuelga de la pared de mi oficina desde el 5 de diciembre de 2006 no está firmado por él, sino por Marcelo Ebrard Casaubón.

Joaquín me corre, pero en la ley no aparece que los conductores de televisión tengan facultad para poner o quitar funcionarios de gobierno alguno.

Joaquín me corre alegando un debate interno de un partido al que no pertenece. En cambio yo sí soy del PRD y como presidente capitalino del mismo defendí y garanticé el derecho de Marcelo Ebrard a participar en una elección interna de la que querían sacarlo para que ni siquiera pudiera contender. Trabajé intensamente para contribuir en su triunfo en 2006. Soy parte del proyecto de izquierda en la ciudad. En cambio, Joaquín trabajó para otro, y lo sigue haciendo.

Desde Desarrollo Social laboramos día y noche, días hábiles, sábados, domingos, feriados y hasta en vacaciones, siempre en contacto con la población menos favorecida económicamente. Tal vez eso es lo que inquieta y pone nerviosa a una derecha intolerante y delirante que hoy me quiere sacar del gobierno de la ciudad.

Cierto, los encargos en la administración pública son temporales, las convicciones no. Y quien pone y quita, en este caso, no es un conductor de televisión, por más poderoso que sea o se crea

Texto publicado en El Universal Gráfico el 18 de diciembre de 2009

lunes, 14 de diciembre de 2009

Comedores Comunitarios

En los comedores comunitarios se sirve comida nutritiva y limpa
Es importante el diálogo con la gente

Inaugurando uno de los 160 comedores que dan servicio en toda la ciudad



Mejoramiento Barrial en Tepito

Jugando, los niños aprender a querer y cuidar su barrio


Dialogando con vecinos de Tepito

Mejoramiento Barrial en Coyoacán

En Santo Domingo

En el Barrio de la Magdalena

viernes, 4 de diciembre de 2009

El congreso del PRD

Este fin de semana se realiza el congreso nacional del Partido de la Revolución Democrática. No hay una gran expectativa sobre este evento, como sí lo hubo en otros casos. Antes bien, existe preocupación de que este espacio, en lugar de servir para un relanzamiento de dicha formación política, pueda agudizar sus dificultades.

Así llega el PRD a su congreso nacional, con el peor resultado electoral desde 1991, inmerso en una fuerte confrontación interna y un desdibujamiento de su perfil ante la sociedad.

El PRD tiene que volver a colocarse al frente de las grandes causas de la sociedad mexicana. Ello implica un cambio de línea política para asumirse como la oposición en el país, como la cabeza de la movilización y protesta social; como articulador de los diversos movimientos, sectores y demandas populares. Como referente de un abanico de fuerzas que se unifican desde la izquierda y el campo progresista.

En términos prácticos, para lograr estos objetivos el PRD tendría que combatir de manera sistemática las acciones de una derecha agresiva mediante la solidaridad activa con movimientos como el del Sindicato Mexicano de Electricistas y el que encabeza Andrés Manuel López Obrador; reivindicando tajantemente los derechos de las mujeres en los estados de la República donde estos se pisotean y criminalizan; y denunciando la naturaleza reaccionaria y oligárquica que se esconde en el PRI de Enrique Peña Nieto, entre otras medidas concretas.

El PRD necesita relanzar a sus gobiernos para que recuperen el perfil de izquierda, con fuerte posicionamiento basado en la plataforma de las políticas sociales y las libertades individuales.
No obstante, se corre el riesgo de que todo esto no suceda. En este congreso nacional se pretende dar marcha atrás al derecho que tienen todos los militantes de base para elegir a sus dirigentes y al derecho de los ciudadanos en general para elegir a los candidatos del PRD. Si se concreta este retroceso, el partido se habrá cerrado aún más frente a la sociedad y se habrá alejado de su propia base social y militante.

Ninguna democracia ha transitado del voto directo al voto indirecto. Antes bien, fue el PRD el que inició los procesos de elecciones primarias con voto universal, directo y secreto para elegir a sus candidatos, y obligó a las otras fuerzas políticas, como el PRI y PAN, a hacer lo propio en las candidaturas con gran convocatoria social.

Ojalá que en el congreso nacional del PRD predomine la sensatez y una visión de apertura hacia la sociedad y de cercanía con los intereses de la gente. El país realmente lo necesita.
Lee este texto en El Universal Gráfico

viernes, 27 de noviembre de 2009

4 millones de comidas gratuitas, servidas

En enero de este año, cuando aparecieron los signos más ominosos de la crisis, Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, anunció la creación de dos programas sociales no presupuestados inicialmente: la entrega domiciliara y gratuita de medicamentos, y el de comedores públicos y comunitarios. Ambos se financiaron con ahorros y economías derivadas de un plan de austeridad entre los mandos medios y altos del gobierno de la ciudad.

El programa de comedores comunitarios garantiza el acceso a los alimentos, día con día, para miles de personas, especialmente niñas y niños, adultos mayores, madres de familia, personas con discapacidad, población en calle y desempleados. De enero a la fecha, se han servido 4 millones 278 mil 558 comidas. Con ello, la administración capitalina no se ha cruzado de brazos ante la virulencia de la crisis y ha dado una respuesta concreta, inmediata y continúa a las consecuencias más negativas de la misma: la carestía de los alimentos y desempleo.

¿Qué quiere decir esto? Que sí se puede, que sí hay alternativas a los grandes retos sociales cuando hay imaginación y voluntad. Los tecnócratas del ámbito federal ven las cosas desde otra óptica y prefieren afectar a los que menos tienen. Dicen: “hay crisis, no hay dinero, vamos a recortar el gasto social”. En cambio el gobierno del Distrito Federal, actúa: “hay crisis, no hay dinero, entonces los funcionarios nos vamos a recortar los salarios y las prerrogativas para mantener los programas sociales, crear otros nuevos y garantizar la comida a los ciudadanos”.
Este programa tiene dos modalidades: comedores públicos y comedores comunitarios. Los primeros son gratuitos y en ellos se cumple la desmercantilización de los alimentos y su conversión en un derecho pleno, como la educación o la salud que son gratuitos.

Los comedores comunitarios, por su parte, son pequeñas unidades micro productivas que generan mil empleos e ingresos a la gente de las comunidades que los administra. Ambas modalidades alientan además la cohesión social, la construcción de comunidad en cada barrio, en cada pueblo.

Hace unos días, al aprobarse el presupuesto de egresos del país, PRI y PAN volvieron a castigar al DF. Es paradójico: la entidad federativa que más invierte en su gente es la única que no recibe fondos federales de combate a la pobreza. Estamos seguros que si se bajaran un poquito el sueldo los 60 mil funcionarios de alto nivel del gobierno federal no habría problema para que a la capital de la República se le asignaran los 15 mil millones de pesos que le negaron los diputados de aquellos partidos.

Lee este texto en El Universal Gráfico

viernes, 20 de noviembre de 2009

El agandalle del PRIAN en el presupuesto

Como sucede cada vez que se juntan, el PRI y el PAN han cometido nuevos abusos. Ahora se coludieron para quedarse con la tajada más grande del presupuesto federal de 2010, única y exclusivamente en función de sus ambiciones político-electorales, excluyendo a los ciudadanos y sus necesidades de desarrollo.

Primero se hicieron cómplices para evitar que los grupos económicos más poderosos del país perdieran los privilegios fiscales obtenidos durante décadas de gobiernos priístas y ampliados en gestiones panistas. No fuera a ser, según su cálculo político, que al hacerlo incomodaran a quienes los apoyaron abiertamente para acceder al poder.

En ese marco también se juntaron para elevar el IVA de 15 a 16% al consumo generalizado, y la tasa del Impuesto Sobre la Renta de 28 a 30%, hechos que se reflejarán negativamente en los bolsillos del ciudadano a partir del primer día del año próximo. Es decir, otra vez decidieron cargarle la mano a quienes sí pagan impuestos permanentemente.

Una vez que elevaron las contribuciones a las clases medias y a los más pobres, PRI y PAN se aliaron para acordar un presupuesto de egresos donde se repartieron los recursos públicos como si fueran propiedad de los grupos políticos en el poder.

Además, como ya lo han hecho en años anteriores, de nuevo castigaron a la ciudad de México y a sus habitantes, reduciéndoles el monto de recursos solicitados y manteniéndola al margen de los fondos federales que sí reciben el resto de las entidades federativas. En suma, le negaron los dineros a que tiene derecho en justicia, de acuerdo a las necesidades de sus habitantes.

En contrapartida, estados gobernados por priístas recibirán las mayores aportaciones de su historia. Lo anterior evidencia que en la aprobación de este presupuesto PRI y PAN se repartieron patrimonialmente los recursos públicos en vez de acordar las asignaciones en función de un proyecto de desarrollo nacional. (De hecho, excluyeron de la negociación a las demás fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión).

Así, lo acordado en San Lázaro a principios de semana se limitó a satisfacer las necesidades político-electorales de gobernadores y grupos de interés dominantes en los estados gobernados por PRI y PAN, al más puro agandalle.
Lee este texto en El Universal Gráfico

viernes, 30 de octubre de 2009

México, un paraíso fiscal

El artículo 31 de la Constitución señala que son obligaciones de todos los mexicanos: “Contribuir a los gastos públicos, así de la Federación como del Distrito Federal o del estado y municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa de que dispongan las leyes”.

Esta ley suprema obliga a pagar impuestos a todos, “de manera proporcional y equitativa”. No establece ningún tipo de excepción, como las que fueron incorporadas con el tiempo en el sistema tributario, y que volvieron al país en una suerte de paraíso fiscal en favor de empresas que ganan miles de millones de pesos al año y que pagan menos impuestos que un trabajador asalariado.

El propio Sistema de Administración Tributaria reconoció que 400 de aquellas pagaron 85 mil millones de pesos de impuesto el año pasado en lugar de 850 mil millones que les hubiera correspondido si pagaran como lo hace cualquier contribuyente. De ese tamaño se ha distorsionado y pervertido la recaudación en México. Este es un país donde los pobres pagan más impuestos que los ricos; donde no se cumple el postulado constitucional.
El resultado de esta política fallida está a la vista. Quienes la impulsan y mantienen son corresponsables del daño causado a millones, carentes de lo básico para vivir. Debido a lo anterior, uno de cada cuatro mexicanos sobrevive con menos de dos dólares al día; 9% de los adultos son analfabetas; 8% de los menores tiene bajo peso, estatura y déficit de atención. Casi 3 millones de personas en edad de trabajar buscan sin éxito un empleo y casi 20 millones no tienen para comer.

El propio Banco Mundial ubica a las élites que controlan la actividad económica del país como una de las causas de la extendida desigualdad social: “Los monopolios rompen la posibilidad de desarrollo y de un crecimiento con mayor igualdad”, sostiene.

Calderón está al tanto de ello pero lo único que se le ocurre es acordar con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aumentar los impuestos y crear nuevos.
Sobre lo otro, se conforma con simples pronunciamientos. En reunión con los 300 hombres de negocios más importantes del país, en el lejano septiembre de 2007, criticó a las minorías privilegiadas “porque no han asumido su liderazgo y responsabilidades reales con la historia y con la actual generación de mexicanos”. Ante ellos se preguntó “cuántas fortunas se han construido sobre la sangre y sobre el dolor” de los pobres en México.

Desafortunadamente, tras la reacción de enojo de los ahí presentes, Calderón simplemente se olvidó del tema y prefirió seguir cobrando impuestos a los de siempre. Aunque él sabe qué hay que hacer, no se atreve y prefiere mantener vigente el paraíso fiscal para no incomodar a sus amigos, que son, por ello, su único sostén.
consulta este texto en El Universal Gráfico

viernes, 23 de octubre de 2009

La culpa del PRI

Luego de cometer una de las peores fechorías recientes en contra de millones de mexicanos, ahora pretenden engañar a todos con el petate del muerto.
Para pagar un menor costo político tras aumentar impuestos y crear algunos nuevos, justo lo que dijeron no harían, el PRI filtró a los reporteros en San Lázaro un comunicado de Hacienda con la propuesta de sustituir en la Ley de Ingresos el 2% panista “para el combate a la pobreza”, y mejor elevar del 15 al 16% el IVA, más otro 2% al ISR.

“El alza de impuestos se cocinó en la oficina de Agustín Carstens”, manipularon los tricolores. Acaso por ello el diputado David Pechyna, secretario de la Comisión de Hacienda, aseguró que por el alza impositiva en 2010, “el PRI no tiene de qué avergonzarse. Lo que hicimos fue plantear alternativas” lejos de debates falsos o populistas. Y remató: “Cumplimos con los compromisos que nos hicieron ganar en las elecciones pasadas. Pensamos en la nación”. Más de 70 millones de pobres en el país seguro no están de acuerdo.

Historias similares, incluso con los mismos personajes, se vivieron de 2000 a 2003 en la LVIII legislatura de la Cámara de Diputados. En los días medulares para aprobar la ley de ingresos y el presupuesto de egresos de aquellos años, en horas de la madrugada —cuando se cometen las peores atrocidades— llegaba a San Lázaro (proveniente de Hacienda) el diputado priísta Óscar Levín con cajas y cientos de documentos. En esos años se hacía acompañar, por cierto, de Agustín Carstens, entonces subsecretario hacendario del foxismo.

“Este es el presupuesto y háganle como quieran”, decía Levín a los encargados de elaborar los respectivos dictámenes. También lanzaba bravatas a los perredistas: “No autorizaremos el techo de deuda del DF si no están de acuerdo con esta propuesta”, lo cual, por cierto, nunca se aceptó.

Lo anterior es muy parecido a lo ocurrido ahora. Pero en ese afán de “echarle la pelotita a otro”, el PRI se engaña a sí mismo y habrá de pagar un alto costo político por apuñalar económicamente a millones de mexicanos y condenarlos a pagar más a partir del año próximo por todo lo que consumen porque la inflación irá a la alza.

Es probable que la propuesta de elevar y crear nuevos impuestos haya sido de Hacienda, pero fueron los votos del PRI los que avalaron tales incrementos. Fueron legisladores del PRI quienes aceptaron el fraude electoral y ayudaron a Calderón a rendir protesta en 2006.
Fueron ellos quienes lo apoyaron en las reformas a la Ley de ISSSTE y del IMSS; los que coartan los derechos reproductivos de la mujer en 16 estados de la República; los que callaron ante el golpe al SME y los que aprobaron más impuestos para todos los mexicanos. Aunque claro, todavía podrían recapacitar.
Lee este texto en El Universal Gráfico

viernes, 9 de octubre de 2009

¿No son suficientes 80 millones de pobres?

Ignorar por años que la pobreza y la desigualdad son el principal problema del país ha tenido un altísimo costo social. Hoy, únicamente por la debacle electoral de julio pasado que descompuso sus escenarios políticos, hay quienes piden a la nación involucrarse en una cruzada contra la pobreza que ellos mismos, por incapacidad, hicieron crecer a niveles alarmantes, lo que desenmascara esa supuesta urgencia gubernamental por atender un problema del cual antes ni reconocían su existencia.

Según la Sedesol federal hay 52 millones de pobres en México. Seis millones más sólo en los últimos años (2006-2008). A casi 20 millones no les alcanza ni para comer. La mala noticia es que esas mediciones se quedan cortas al considerar que los hogares con ingreso per cápita de mil pesos al mes no viven en extrema pobreza; y si su ingreso es de 2 mil pesos mensuales, de plano ya no son pobres.

La verdad es que actualmente hay casi 80 millones de personas en esa condición en el país. Lo malo es que antes de hacer algo eficaz para revertir la situación, la obstinación neoliberal llevó al absurdo de proponer un impuesto de 2% al consumo generalizado —incluyendo alimentos y medicinas— justo cuando el encarecimiento de los alimentos es un factor central del empobrecimiento.

Esa es una política que fabrica pobres: a quienes tienen mucho les da más, y le carga la mano a los de siempre: a quienes tienen poco, muy poco. Por tal absurdo, en México los pobres subsidian a los ricos.

Muchos países están cambiando su modelo económico, menos México. Es el único que va a decrecer -9% y al que peor le va en esta crisis. Si no cambia ese modelo habrá más pobreza.
Y lo que es peor, pueden estallar graves conflictos sociales.

La crisis económica seguirá en 2010 y hay dos formas de abordarla: algunos dicen: “No hay dinero, recorten el gasto social, creen más impuestos”. En el gobierno del Distrito Federal, con diversas acciones, se construye una amplia red de protección social para fortalecer el poder de compra popular, lo cual es factible.

El gasto social ha crecido sostenidamente en el DF. Pasó de casi 30 mil millones en 2006 a más de 38 mil millones este año. Beneficia a cuatro millones de capitalinos. El objetivo no es sólo paliar la pobreza extrema, sino construir un Estado de bienestar, con igualdad, equidad, justicia social y una ciudadanía plena.

Sin embargo mucho de lo que se construye con la política social local se desmantela con la política económica federal. Por eso hay que defender esta ciudad, pues hacerlo es defender el bienestar de su gente.
Lee este texto en El Universal Gráfico

viernes, 2 de octubre de 2009

Entreguen los recursos de pobreza al DF

Hace días el Coneval reportó que en el DF y el estado de México aumentó, en tres años, el número de personas que carecen de lo mínimo necesario para satisfacer necesidades de salud, alimentación, vivienda, vestido, transporte y educación.

En 1998, para castigar al gobierno de la ciudad por la decisión del PRD de no aprobar el Fobaproa, a la capital de la República la marginaron de los fondos sociales destinados al combate de la pobreza: el de Apoyo a la Infraestructura Social (FAIS), el de Fortalecimiento Municipal, el de Salud (Fasa) y el de Apoyo a la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA).

El argumento baladí, totalmente tramposo, fue tan simple como decir que el DF no era un estado. Además de este formalismo, se arguyó que aquí no había pobres y por lo mismo los capitalinos no requerían de los apoyos que sí reciben por tal concepto el resto de las entidades federativas.
En el año 2000, al revisarse el paquete fiscal para el año siguiente, sí se incluyó a la ciudad de México en uno de esos fondos (Fortalecimiento Municipal). ¿Por qué? En la Cámara de Diputados el PRD, como siempre, exigió tales recursos y encontró eco en el PAN porque en ese momento los blanquiazules gobernaban en seis delegaciones. Lo anterior demostró cuán falsa era la argumentación “formalista” para marginar a los capitalinos de tan importantes recursos.

Como el asunto es estrictamente político, PRI y PAN han mantenido una postura rígida en contra de los habitantes de esta ciudad negándoles los miles de millones a los cuales tienen derecho vía los citados fondos contra la pobreza.

Sólo en el caso del Fondo de Apoyo a la Infraestructura Social, a pesos de hoy, se le deben ya al DF 6 mil millones, pues este año debió haber recibido 600 millones de pesos para dicho concepto.
Del FAETA se le adeudan casi cien mil millones, monto equivalente a todo el presupuesto de la capital para este año. Según los criterios de asignación vigentes para otras entidades, el GDF debió haber recibido 10 mil millones de pesos este año si fuera incluido en el reparto de tales fondos.

Es claro que el argumento del gobierno federal que niega la existencia de pobres en la ciudad para marginarla entra en abierta contradicción cuando son tales autoridades las que ahora señalan la presencia de cientos de miles de personas en situación de pobreza en esta capital. Según ellas aquí hay 600 mil individuos que viven sin los recursos necesarios para alimentarse diario, y dos millones que viven en situación de pobreza. Si es verdad que hay muchos pobres en el Distrito Federal, la pregunta es: ¿qué esperan para entregarles los recursos de combate a la pobreza que durante más de una década les han negado?
Lee este texto en El Universal Gráfico

viernes, 11 de septiembre de 2009

Es la hora de la movilización

Hace algunos días un analista político de los que en la época de Carlos Salinas de Gortari hacían las veces de ideólogos de la concertación, decía que era la hora de un acuerdo nacional. Yo me pregunto, acuerdo nacional entre quiénes y para qué.

Después de ver el paquetote de impuestos y agresiones hacia la sociedad mexicana que ha enviado Calderón al Congreso de la Unión se entiende qué clase de “acuerdo nacional” quieren los nostálgicos del salinismo. Seguramente se trata de un acuerdo que involucre a toda la clase política, adverso al pueblo mexicano.

Si el propósito es acordar el IVA en medicinas y alimentos, naturalmente que no es la hora de tal “acuerdo nacional”. Si el objetivo es despojar a los trabajadores del derecho a una contratación estable y permanente, es obvio que no es la hora de ese “acuerdo nacional”. Y si la meta es entregar las telecomunicaciones, tampoco.

En vez de ello, esta es la hora de la movilización social. Si los ciudadanos no lo hacen, la clase política, los empresarios, pasarán por encima de todos.

En el absurdo, le quieren poner más impuestos a los pobres para, dizque, combatir la pobreza. Es decir, hacer más pobre a la población y recaudar más dinero, para “ayudarlos”.
Se la pasaron diciendo que no propondrían IVA en medicinas y alimentos pero eso es justamente lo que hacen, además de querer gravar todas las compras.

Por eso no son de fiar. Siempre mienten. Y en lo oscurito van a tratar de aprobar tales impuestos. Si lo logran habrán abierto la puerta para incrementar el IVA en medicinas y alimentos hasta en 15%. Pero la catarata de alzas incluye pagar más por gasolina, luz y gas.
En general, más impuestos a las clases medias. En contrapartida, “para poner el ejemplo”, en vez de reducir los salarios de la alta burocracia nacional proponen sólo congelarlos.

En suma, la propuesta económica que Felipe Calderón envió a la Cámara de Diputados es una salvajada. Es evidente, por los comentarios del senador Manlio Fabio Beltrones, que PRI y PAN aprobarán una nueva puñalada en contra de trabajadores y ciudadanos.

La única manera de evitarlo es la movilización social. No se puede confiar en la buena voluntad de los legisladores de aquellos partidos que sólo atinan a engañar a la gente.

Si el pueblo no se moviliza, en una madrugada cualquiera, PRI y PAN le estarán aplicando nuevamente la roqueseñal a toda la población, especialmente a la más pobre y desprotegida.
Lee este artículo en El Universal Gráfico

viernes, 4 de septiembre de 2009

¿Para qué se robó la Presidencia?

Todos recordamos el encendido discurso de campaña de Felipe Calderón. En su batalla contra Andrés Manuel López Obrador por la presidencia de la República, no escatimó acusación alguna contra su adversario. Su discurso, no obstante, se centró en la cuestión económica.

Acusó a López Obrador de defender una propuesta que llevaría a México a la devaluación de la moneda, a una inflación desbocada, a la fuga de capitales, al desempleo, es decir, a una crisis sin precedente. En la memoria de millones de mexicanos aún están frescas aquellas arengas y las imágenes de comerciales televisivos que mostraban ladrillos derrumbándose, en alusión a los supuestos y graves problemas económicos que traería al país la llegada del perredista a la primera magistratura.

Con esa campaña, Felipe Calderón dividió a México. Sin argumento real, denostó, acusó, estigmatizó a su adversario. En fin, lo calificó como un peligro para el país.

En las altas esferas de la sociedad sabían muy bien que la campaña de Calderón dividía a los mexicanos generando encono, odio, resentimiento. Sin embargo, conscientes de tales mentiras, toleraron y hasta financiaron esa acometida. Todo con tal de que alguien les diera “certidumbre”, es decir, que les permitiera mantener sus ganancias y el estado de cosas —a su favor— vía la supuestamente garantizada estabilidad económica.

Pero ni siquiera la guerra sucia lo llevó al triunfo. El gobierno panista y sus apoyadores recurrieron al fraude electoral, se robaron la presidencia de la República, argumentaron una especie de fraude patriótico. Todos metieron la mano: gobernadores del PRI, la maestra, Carlos Salinas, la llamada “pareja presidencial”. La justificación, insistimos, salvar a México de una catástrofe económica, salvaguardar privilegios y ganancias para unos cuantos.

En efecto, en estos casi tres años hubo devaluación, inflación, desempleo, fuga de capitales, carestía de alimentos, caída de la recaudación fiscal, contracción del mercado interno, casi nula productividad. Esto es: crisis económica generalizada, pero con Felipe Calderón, en Los Pinos.
Los ya señalados no sólo no salvaron a México de la crisis ¡ellos la trajeron! al imponer “como haya sido” al panista. Empobrecieron más a los pobres, quebraron a la clase media y cancelaron las expectativas de crecimiento de muchos empresarios. Tras analizar los negativos resultados de los últimos tres años, ahora sabemos que el peligro para México era, es y seguirá siendo Felipe Calderón Hinojosa.

Por cierto, el inquilino de Los Pinos sigue siendo espurio porque tal condición no la desvanece el tiempo.
Lee este artículo en El Universal Gráfico

viernes, 28 de agosto de 2009

Que no nos gane el realismo neoliberal

La crisis genera presiones de todo tipo, especialmente desempleo y carestía de alimentos. Los ingresos federales disminuyen rápidamente y achican las participaciones para los estados. Algunos han perdido hasta 20% de las mismas. Tal carencia es utilizada por los neoliberales de siempre para afirmar que no queda más ruta que recortar el gasto social y trasladar el costo de la crisis al ciudadano, vía menor calidad de vida y elevación de impuestos.

Si se permite que gane el realismo neoliberal no habrá lugar para demostrar que es viable un proyecto distinto para salir adelante. No hacerlo sería aceptar que los equivocados tienen razón. Que la suya es la única respuesta a la crisis.

Aquí es donde entra la inteligencia y la capacidad política de quienes promueven rumbos más exitosos, respetando los derechos sociales de la gente, sin recargar en ellos la carencia de recursos.

El problema es que la élite político-económica no está dispuesta a sacrificar nada. Ni en su forma de vida ni en imponer sus intereses particulares, especialmente los materiales. Estamos en el huracán de la crisis pero los banqueros siguen cobrando enormes recursos del Estado, “no hay dinero” para satisfacer necesidades populares pero en el Poder Judicial de la Federación se mantienen los más altos privilegios para los servidores públicos en todo el país.

Todo mundo aduce falta de recursos pero pocos reconocen el despilfarro de los últimos nueve años. De hecho gran parte de la crisis se debe a la ineptitud de gobiernos panistas. Los millonarios excedentes petroleros, las remesas de connacionales (20 mil millones de dólares por año) fueron desperdiciados y tirados a la basura. No creció el gasto de capital, sí el gasto corriente; no se construyeron refinerías; no se invirtió en el campo, no se fomentó la política industrial, no se impulsó el crecimiento económico. En suma, miles de millones de dólares no llegaron a los bolsillos de los mexicanos, excepto los de unos cuantos.

Bolivia crecerá este año 2.5%; Cuba, 1%; Venezuela, 0.7%, pero México decrecerá ¡en menos 7%! No se le puede echar la culpa de todo a la “crisis que viene del exterior”. Las preguntas son: ¿Qué sacrificar para salir adelante? ¿Quién va a pagar los costos de esta crisis?

Para que no sean los mismos de siempre hay que alentar un proyecto distinto. No le carguemos al pueblo la ausencia de recursos públicos. No le traslademos las fallas de conducción en el país con alzas en luz, gas y otros servicios. No le quitemos a la gente los programas sociales. No le recarguemos más costos. Cuidemos lo que tiene y no le quitemos más.
Lee este artículo en El Universal Gráfico

miércoles, 26 de agosto de 2009

Presentación del libro "Las Claves de AMLO en el Parque Convención de Aguas Calientes

En esta ocasión Poririo Muñoz Ledo compartió sus reflexiones sobre Las Claves de AMLO.
Como siempre la presencia de la gente es un factor fundamental de las presentaciones del libro. Gracias a las mujeres y los hombres que nos acompañaron.

viernes, 21 de agosto de 2009

Urge una red de protección social


Se vive una situación dramática en el país. La crisis de la que estaba prohibido hablar antes de las elecciones de 5 de julio, está aquí. No es un asunto lejano, no se vive en las instancias financieras o bursátiles. Está en los bolsillos y en la casa de cada mexicano. Lo advirtió a tiempo el gobierno legítimo que encabeza Andrés Manuel López Obrador, pero estaba prohibido tocar el tema y por lo mismo nada se hizo al respecto.

Esta es una crisis nacional e internacional al mismo tiempo, y tiene dos expresiones particularmente virulentas y que afectan directamente a la mayoría de la población. Una de ellas es la pérdida masiva de empleo que ya existía. A los 2 millones 300 mil desempleados que se reconocían en las cifras oficiales se agregarán otros 700 mil. Además el alza en los precios de los alimentos está atizando las consecuencias de esta crisis.

Si caes en desgracia, ¿a dónde vas a caer?; si no tienes empleo, ¿cómo vas a vivir?; si no tienes ingresos, ¿cómo vas a darle de comer a la familia? Se requiere de una red de protección para que a pesar de los costos de la crisis los más pobres y las clases medias en proceso de serlo puedan sobrevivir al desastre económico.

De ninguna manera debe haber un recorte al gasto social. La red de protección social es necesaria para arropar a las personas que están perdiendo el ingreso mínimo con el que subsisten cotidianamente. También, a quienes teniendo un trabajo permanente no les alcanza para cubrir los gastos más elementales de su familia.

No es momento de actuar tecnocráticamente. La gente va a sufrir con esta crisis y urge crear una red que amortigüe las consecuencias más agudas de la misma.

Hemos señalado aquí que si no se resuelve la desigualdad difícilmente se resolverá la inseguridad, el narcotráfico y la descomposición social. Estas son caras también de la crisis que hoy vivimos. Por lo tanto, es fundamental poner atención al asunto que más preocupa a las familias mexicanas, a la gente común, al ciudadano de a pie, que es el problema económico social.

Entendiendo que la crisis nos va a afectar de una u otra manera, necesitamos proteger a la población que se encuentra en la base social más vulnerable y garantizar la subsistencia básica de todos los días. Ese es el reto verdadero de todos los gobiernos en esta difícil situación. Si no lo entendemos se corre el gravísimo riesgo de una fractura social y una masificación de la exclusión.
Lee este artículo en El Universal Gráfico

jueves, 20 de agosto de 2009

Foro de Sao Paulo 2009

Compartiendo experiencias con militantes de izquierda en Latinoamérica
Para descargar el audio de Foro de Sao Paulo haz click en la imagen de arriba
Para conocer la historia del Foro de Sao Paulo haz click aquí






martes, 18 de agosto de 2009

Presentaciones de "Las Claves de AMLO" en imágenes

La participación de la gente es fundamental en cada una de las presentaciones del libro

Aquí con la presencia de AMLO

Con Luis Javier Garrido y Enrique Dussel, en la Feria del Libro de Minería

El interés de la gente es una de las constantes del movimiento y de cada presentación de Las Claves de AMLO

Con Raquel Sosa y Armando Quintero en la sede del PRD-DF

Rescatar al partido para rescatar al país


Estimado compañero:


El pasado 5 de julio, el pueblo de México reprobó al gobierno ilegítimo, neoliberal y de derecha de Felipe Calderón y el PAN. Ante su debilitamiento, los grupos de poner económico que lo llevaron al Gobierno Federal, han optado por tratar de revivir al viejo PRI a través de la figura de Enrique Peña Nieto y con la participación de Carlos Salinas de Gortari.

Para cambiar el rumbo de la Nación y enfrentar los nuevos desafíos se necesita de una izquierda opositora con fuerte posicionamiento social. Es decir, una nueva orientación en la línea del PRD. De cara a su próximo Congreso Nacional la discusión no puede quedarse solamente en los órganos dirigentes. La reforma del partido sólo puede venir de abajo. Son muchos los casos que demuestran que son las bases las que mandan y las que pueden realizar hazañas inimaginables.

Nos dirigimos a ti como militante del partido para proponer una ruta basada en los siguientes puntos:

1) Hacer del PRD el partido de oposición firme al Gobierno Federal.
2) Desenmascarar a Enrique Peña Nieto como el candidato de Carlos Salinas de Gortari
3) Apoyar al Movimiento en Defensa de la Economía Popular que encabeza AMLO
4) Defender la política social que se ha implementados desde hace una década en la Ciudad de México a favor de adultos mayores, personas con discapacidad, educación, barrios populares, alimentación, empleo, agua.
5) Rechazar tajantemente el IVA en medicinas y alimentos
6) Poner en el centro del programa partidario la propuesta alternativa de política económica y social para el país.
7) Retomar el trabajo de base con las comunidades, con la gente.
8) Fortalecer la elección universal, directa y secreta de dirigentes y candidatos.
9) Reconstruir las alianzas con el PT, Convergencia y los movimientos sociales.
10) Rechazar las alianzas electorales con el PRI y el PAN


Martí Batres Guadarrama
Miembro de la Comisión Política Nacional del PRD

David Cervantes Peredo
Miembro del Secretariado Nacional del PRD

Si estás de acuerdo con estas propuestas participa con Izquierda Social

Tels: 56825206, 52070716, 10858091,10858092
e-mail:isnacional@prodigy.net.mx

viernes, 14 de agosto de 2009

No es época de gastos fastuosos

En tiempos económicamente difíciles nada más equivocado que cercenar programas sociales o desaparecerlos, como lo anuncian algunos funcionarios del gobierno federal. Si en los dos últimos años llevaron a 6 millones de mexicanos más a la pobreza, qué podrá esperar el resto de la población si ese gobierno ahora declina de su obligación y cancela dichos apoyos, justo cuando más se necesitan.

Por ello es muy importante adoptar medidas de austeridad. En el ámbito federal y en el local. En el primero, por ejemplo, cifras reales sustentan que se ahorrarían 14 mil millones de pesos si sólo se redujera el salario a todos sus funcionarios de primer nivel. El monto más que se duplicaría si se recortara lo que llaman “gasto corriente” —que creció ofensivamente de 2000 a la fecha— donde se incluyen servicios y prestaciones para funcionarios “de primer orden” como el pago de comidas, vales de gasolina, seguro médico, bonos y autos nuevos, entre muchos otros beneficios. De hecho, The New York Times censuró el despilfarro de la bonanza petrolera y de divisas en el foxismo.

El ámbito local no puede quedar exento. Ya el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, puso en marcha medidas de austeridad. Los ahorros más tarde se tradujeron en nuevos programas sociales. Pero se requiere más.

Sería deseable, por ejemplo, que los próximos integrantes de la Asamblea Legislativa del DF acordaran reducir su presupuesto de mil 200 millones de pesos. Con 700 millones sería suficiente para el funcionamiento óptimo de la institución (la primera Legislatura ejerció 500 millones). La diferencia podría financiar la ampliación (autorizada por los asambleístas) del programa de adultos mayores, que ahora beneficiará a quienes tengan 68 y 69 años cumplidos.
La medida, por cierto, es formidable pero se necesitan los recursos para aplicarla.

La austeridad puede y debe ampliarse al resto de los órganos autónomos: Derechos Humanos, Instituto Electoral, InfoDF, Tribual de los Contencioso, etcétera. Los presentes no son tiempos de gastos fastuosos —restaurar edificios, comprarlos o construirlos puede esperar— sino de ahorrar recursos para las mayorías empobrecidas por una política económica federal equivocada. (Los datos de INEGI, Coneval y la realidad misma lo demuestran).

En el gobierno del Distrito Federal no se piensa mutilar el gasto social. No sólo el que ejerce tal secretaría sino el de todas aquellas con programas sociales. Ese recurso, ese gasto, es sagrado porque es para la gente. Al contrario, se trabaja sobre la idea de crear una red de protección social —seguro de desempleo y comedores comunitarios, son dos ejemplos— porque en las épocas de crisis es cuando más urgen los apoyos sociales.




Lee este artículo en El Universal Gráfico

domingo, 9 de agosto de 2009

Las Claves de AMLO en Iztapalapa

En la lucha del pueblo de Iztapalapa se observa las claves del liderazgo de AMLO


Plaza llena. Muchas gracias a los asistentes. Las Claves de AMLO tienen como actor principal a la gente y es por eso que las presentaciones del libro se llevan a cabo sin ningún elitismo.


Las mujeres siempre atentas, siempre presentes, son parte fundamental del movimiento



Para descargar el audio de la presentación de Las Claves de AMLO da click en la imagen de arriba

viernes, 7 de agosto de 2009

Millón y medio de comidas, a bajo costo

El hambre es una amenaza constante para toda la humanidad. Atenta contra el derecho a la vida y desarrollo de las comunidades. Los dos últimos años en México se elevaron desmesuradamente los precios de los básicos: la tortilla pasó de 6 a 8 pesos el kilogramo; el arroz subió de 7.75 a 23 pesos; la lenteja de 4 a 14 pesos; el frijol negro de 9 a 18 y hasta 30 pesos. En suma, la canasta básica brincó de 52 a 114 pesos.

Por este motivo, el gobierno del Distrito Federal creó el Programa de Comedores Comunitarios. Lo anunció el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, desde enero pasado. Su propósito: garantizar la alimentación, fortalecer la organización comunitaria, atender a personas en vulnerabilidad, propiciar solidaridad social, proteger el ingreso familiar, generar empleos, mejorar las condiciones de salud y nutrición, así como ampliar la infraestructura social.

En tres meses se crearon 160 comedores comunitarios y 50 públicos en las 16 delegaciones: 54% en zonas de muy alta marginación, 28% en zonas de alta y 16% en áreas de media marginación. En ellos se ofrece una comida corrida completa y nutritiva. En los primeros cuesta 10 pesos, y en los segundos es gratuita. Además hay 90 cocinas populares del DIF.

A través de estos 300 comedores, el GDF generó un millón 100 mil empleos entre personas de bajos recursos con ingresos mensuales superiores al mínimo. Invirtió 115 millones, incluida la adecuación del lugar y el equipamiento necesario. Hoy ofrecen 200 comidas diarias en promedio. El gran total en el lapso de referencia: un millón 500 mil comidas, para igual número de personas.

¿A quién se atiende? A madres solteras, personas con discapacidad, adultos mayores y mujeres embarazadas. Desempleados, niñas y niños, estudiantes, personas en situación de calle. Así, el GDF construye una red de protección social en colonias populares para personas marginadas y de escasos recursos.

Es necesario asegurar el acceso de toda persona, permanentemente, a una alimentación adecuada y con calidad nutricional. Esta es la mejor forma de garantizar una vida individual, colectiva y satisfactoria que potencie las capacidades físicas e intelectuales de la gente.
En otros ámbitos, en cambio, prevén el gasto de 3 mil millones de pesos para crear una cédula de identidad ciudadana ¿Cuántos comedores como los descritos o programas sociales podrían crearse con ese presupuesto?
Lee este artículo en El Universal Gráfico

jueves, 6 de agosto de 2009

Con las compañeras y compañeros de los Comedores Comunitarios

El hambre se ha convertido en una amenaza constante para toda la humanidad. Una amenaza que atenta contra el derecho a la vida y al desarrollo de las comunidades. Se calcula que en 2009, mil millones de personas en el mundo están sufriendo hambre. Este problema no es ajeno a México, una consecuencia dramática de la política neoliberal, concentradora de riquezas, es el aumento de la pobreza alimentaria.


Ante este problema, agravado con la crisis, en la Ciudad de México se instalaron 160 comedores comunitarios donde se reparten raciones alimenticias a personas que viven en situación de alta y muy alta marginalidad, especialmente a madres solteras, personas con discapacidad, adultos mayores y mujeres embarazadas.
Los objetivos del Programa de Comedores Comunitario son: garantizar el derecho a la alimentación, fortalecer la organización comunitaria, atender a las personas en situación de vulnerabilidad, propiciar la solidaridad social, proteger el ingreso familiar, generar empleos, mejorar las condiciones de salud y nutrición y ampliar la infraestructura social.


viernes, 31 de julio de 2009

Izquierda opositora, ya

México vive una de las peores crisis de su vida. No es sólo económica, sino general. En ella se enlazan la pérdida acelerada de empleos, de expectativas de vida, de nulo crecimiento económico. Pero también es una crisis ética y moral en las altas esferas sociales, acompañada de una violencia inusitada, absurda, indeseable. Y de otra crisis, la política, derivada de la imposición de un gobierno espurio tras la elección de 2006.

Por eso, los ciudadanos reprobaron al gobierno panista y a Felipe Calderón, empeñados en políticas públicas que empobrecen más a los más pobres. De ahí el hartazgo hacia un proyecto conservador, neoliberal, de derecha. Pero también la exigencia de un rumbo distinto para la nación.

No obstante, la elección de julio pasado también mostró la incapacidad de la izquierda para enviar un mensaje claro a la sociedad. Sin asumir su papel natural, no pudo capitalizar la tragedia económica y política del régimen. Tenía que aglutinar el descontento social, capitalizar la debacle del gobierno impuesto. Pero eso no sucedió.

Fue un grave error romper la alianza que significó el FAP entre PRD, PT y Convergencia, y descuidar el perfil y el grado de compromiso social de los aspirantes a los puestos de elección.

Pero el mayor error viene de más lejos: es el desencuentro de la actual dirección formal del PRD con el movimiento social y masivo que se generó en torno de Andrés Manuel López Obrador desde las luchas contra el desafuero, por la Presidencia y contra el fraude electoral. Mientras se alejaba de su mayor base social, esa dirección formal buscaba el acercamiento con Calderón.
Con ello, en vez de mostrar la imagen de oposición firme frente a un régimen usurpador, optó por el acercamiento. Prefirió el silencio, la mediatización de las posiciones propias, la negociación como fin en sí mismo. Una política cortesana en torno de un Ejecutivo impuesto. ¿Cómo no esperar inconformidad y frustración de las bases partidistas? Millones de electores del PRD reprobaron la falta de firmeza frente a un gobierno que tanto ha dañado a la sociedad mexicana.
La gente necesitaba el mensaje contrario. Si hay un gobierno que perjudica a la gente, lo menos recomendable es aparecer como su aliado. ¿Qué podría pensar el ciudadano que apostó por el proyecto de izquierda en 2006, que fue humillado por el fraude y la imposición de Calderón, que después resultó agraviado con políticas económicas y sociales empobrecedoras, al ver a personajes del perredismo sentados a la mesa con Margarita Zavala o el propio Calderón?
Por eso el PRD tuvo los peores resultados electorales desde 1991. Pero hay bases para la reconstrucción. Sumando los votos de PRD, PT y Convergencia en 2009 se logra casi la votación que tuvo el PRD en 2003, desde la cual se partió para el gran salto de 2006. Además, se cuenta con un movimiento popular en todo el país, que tiene una estructura en todos los municipios, con identidad y disposición para la lucha.
Hoy el movimiento que encabeza López Obrador es el referente nacional distinto. Es la oposición política real, la única capaz de convocatoria social, que enfrenta a la minoría que se beneficia de la riqueza nacional, que realiza movilizaciones nacionales sobre temas como la privatización del petróleo, la crisis o el rechazo al IVA en medicinas y alimentos, que denuncia el papel de Enrique Peña Nieto como punta de lanza de la continuidad del proyecto neoliberal.
Relanzar el proyecto de izquierda supone oposición firme, marcar distancia de Calderón y su gobierno, reconstruir alianzas políticas con PT y Convergencia, y el reencuentro entre el partido y el movimiento lopezobradorista. También, retomar el trabajo de base, acercarse a la gente, encabezar sus demandas y hacer propia su lucha.
En vez de acercamiento con Calderón lo que debe haber es una política de oposición. En vez de concertaciones dogmáticas hay que diferenciar el proyecto de la derecha y el de izquierda. No se trata de consensuar, sino de diferenciar. De dejar claro que hay proyecto de derecha (PAN, PRI) y el de la izquierda. La nueva línea política tiene que poner en el centro los problemas de la gente, sus necesidades y carencias. Reencontrar las demandas de los más pobres, lo que queda de clases medias, jóvenes, pequeños y medianos empresarios que producen para el mercado interno del país, con intelectuales y generadores de cultura.
En el debate interno la disyuntiva real es: retomar la línea política que nos permitió 35% de los votos (15 millones) en 2006, o seguir la línea que llevó al PRD a 12% y sólo 4 millones de votos.
Lee este artículo en El Universal

El gobierno federal no apoya a todos los pobres

Hace días, el INEGI y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) federal publicaron cifras sobre la pobreza y desigualdad en México. Los datos son escalofriantes. Revelan que 20% de la población es ahora 8% más pobre que en 2006, y 6 millones que no estaban en la lista de pobreza pasaron a engrosarla.

De inmediato surgieron diversos comentarios, algunos muy preocupantes. Por ejemplo, el secretario de Desarrollo Social federal dijo que se revisarían algunos programas, que se ajustarían otros, e incluso que podrían desaparecer los que no funcionaban. Es decir, que lo poquito que recibe la gente del gobierno federal podría retirárseles. En efecto, los programas sociales federales deben ser revisados porque no apoyan a todos los pobres. Sus líneas de medición y las políticas focalizadas (para unos cuantos) excluyen a más de la mitad de los pobres del país. Así, no es de extrañar que personas hasta hace poco no consideras pobres ahora lo sean.

De acuerdo con Sedesol-Coneval federal, la línea de pobreza más baja es la que llaman “alimentaria”. En ella están todos los hogares urbanos con un ingreso per cápita menor a 949 pesos mensuales. Le sigue la pobreza de “capacidades”, que implica un ingreso individual de mil 164 pesos mensuales; y la línea de pobreza “patrimonial” (la califican como pobreza moderada), con un ingreso de mil 904 pesos por persona. Estas líneas de pobreza son tan bajas que millones de mexicanos no están considerados en las mismas.

En otras palabras, para el gobierno federal no es pobre una persona con un ingreso mensual de dos mil pesos. Tampoco lo es aquel hogar con cuatro personas cuyos ingresos suman 7 mil 620 pesos. Ellos serían una “familia de clase media”.

Las líneas de pobreza federal tienen un concepto muy bajo de la dignidad humana. Para quienes las elaboran, ganar 2 mil pesos mensuales es suficiente para una vida digna y satisfacer las necesidades básicas. Además, el ingreso per cápita de que hablamos no sólo incluye lo monetario sino también lo obtenido en especie.

El problema es que estas mediciones sirven para ubicar al ciudadano en los diferentes programas sociales. Así, la familia que suma los 8 mil pesos, automáticamente queda fuera de los apoyos alimentarios.

En conclusión, estas líneas de pobreza son utilizadas para excluir a millones de pobres de los programas sociales. No nos extrañemos, entonces, que el proceso de empobrecimiento provocado por la política económica deje sin protección social a más de la mitad de los mexicanos que ya se encuentran en algún grado de pobreza.

También puedes leer este texto en El Universal Gráfico

viernes, 24 de julio de 2009

Calderón, reprobado*

¿Cuántos pobres más aguanta este país antes de que cambie la política económica? Los resultados de la elección intermedia de este mes, junto con los indicadores socioeconómicos que el INEGI y el Coneval dieron a conocer —estratégicamente después de la debacle electoral del PAN, y en consecuencia del gobierno federal— son la muestra más clara de que los mexicanos reprobaron ya a quienes mantienen un modelo económico que sólo ha producido más pobres los últimos 30 años.

¿Bastará con que 50.5 millones y medio de mexicanos no tengan acceso a la alimentación, salud, transporte o educación? ¿Será suficiente que 20 millones no tengan ni para comer? ¿Hasta dónde estirar la liga? Porque de 2006 a 2008 cinco millones más de compatriotas viven, elegantemente, en “pobreza alimentaria”, o sea, son muy pobres.

No está de más recordar que 70% de quienes votaron el pasado 5 de julio rechazaron la dualidad panista propuesta: apoyar la actual política económica y la guerra contra el crimen organizado. Es significativo que aún con los instrumentos del poder, con el control de los medios de comunicación, con el uso abusivo de la fuerza pública, con el dispendio discrecional de los recursos públicos, el PAN no haya logrado sus objetivos político-electorales. Por el contrario, el resultado demostró que este gobierno es repudiado por la sociedad mexicana.

Difícilmente podría ser de otro modo cuando se empeña en mantener un modelo económico que, como señalamos, empobrece a las mayorías, y una política social selectiva que no es pareja, que premia o castiga, a conveniencia de quien entrega los recursos, y que por lo mismo no es para todos los que necesitan ese apoyo.

Aún cuando las actuales cifras oficiales de pobreza son devastadoras, aterradoras, ofensivas, los supuestos responsables de combatirla se molestan si alguien alude al tema. En lugar de hacer su tarea utilizan “el correo político” de las columnas publicadas en los diarios para dejar “constancia de su enojo”. Como si eso sirviera de algo o resolviera el problema de la pobreza lacerante.

Si en el gobierno federal nadie “lee” la reprobación a Calderón, si mantiene políticas sociales que no son para todos, este será de los peores sexenios de los últimos tiempos. Urge cambiar la política económica porque hasta ahora sólo ha sido la mayor fábrica de pobres. ¿Hasta cuándo podremos aguantar como país?
*Te invito a leer mi columna Objeciones de la Memoria en El universal Gráfico todos los viernes.
Puedes leer este artículo en El Universal Gráfico dando clik aquí

jueves, 23 de julio de 2009

¿Dónde quedó el partido?


Durante el festejo del triunfo del pueblo en Iztapalapa




Saludando a Andrés Manuel López Obrador, Presidente Legítimo de México




Con Jaime Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo





Escuchando el mensaje de AMLO


Clara revierte su desafuero

Están muy enojados. Insultan, agreden y lloran. No lo pueden creer. Pensaban que el atraco, el despojo ordenado por Felipe Calderón al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no tendría respuesta viable alguna. Creían que era perfecto, a menos de un mes de la elección, sin posibilidad de los partidos para cambiar de candidato en esta etapa, con un fallo inatacable desde el punto de vista judicial. Pero sí hubo respuesta, y fue contundente. Los perredistas eligieron a Clara Brugada su candidata y sí la pueden llevar a gobernar Iztapalapa. La imaginación política de la gente ha podido más que la imposición desde el poder.

Con cinismo descarado, el tribunal calderonista pretende decirle al PRD quiénes deben ser sus candidatos. Ya no se trata sólo de anular una elección al antojo del tribunal. Es el tribunal el que designa en su resolución la candidatura del PRD en Iztapalapa. Para ello anula casillas que ni siquiera fueron impugnadas, atrae hacia la Sala Superior sólo el caso Iztapalapa y ninguno más, decide qué funcionarios de casilla son perredistas y cuáles no, y anula tantas casillas como fueran necesarias hasta comerse más de 5 mil votos y revertir un resultado dado de manera libre por la gente.


No es un asunto jurídico. Es un asunto político. Utilizando a su tribunal, el gobierno de Felipe Calderón pretende decidir quién dirige al PRD, quién se candidatea por el PRD y quién representa la voz del PRD. Pero los perredistas verdaderos, los que han luchado por transformar a esta ciudad y a este país encontraron la forma de revertir el golpe. Votando por otro partido buscarán que se respete su voluntad: llevar a Clara Brugada al gobierno de Iztapalapa.


Así es la paradoja de nuestros días. El calderonismo quiere utilizar algunos espacios del PRD para ensanchar sus fuerzas. El perredismo, por su parte, busca otros colores, en este caso el Partido del Trabajo, para mantener sus espacios. Más allá de lo que cada uno quiera, lo cierto es que serán muchos miles los perredistas que acudan a las urnas a tachar el logotipo del PT en Iztapalapa. Por eso no lo pueden creer, los voceros de Calderón, los amanuenses de Salinas, los senadores del PAN, todos ellos están muy enojados. Pensaban que el golpe no tendría respuesta, y creían que la gente se quedaría cruzada de brazos eternamente

Fracasó la línea de la claudicación

Así nos opusimos a la línea de la claudicación en el X Congreso Nacional del PRD



Bienvenidos

Soy Martí Batres Guadarrama. Convencido de que México necesita una transformación que beneficie a la gente, desde muy joven me involucré en la política de izquierda.

En los años 80 fui miembro fundador del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posteriormente inicié mi militancia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Me he desempeñado como presidente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y del PRD-DF. En la gestión del Lic. Andrés Manuel López Obrador al frente del Gobierno del Distrito Federal fui subsecretario de Gobierno.

Fui diputado federal y coordinador parlamentario del PRD en la LVII legislatura.

De 2006 a septiembre de 2011 me desempeñé como secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal.

Bienvenidos a este espacio creado para compartir reflexiones sobre la actualidad de México, los invito a participar.

Gobierno Legítimo de México

VISÍTAME EN FACEBOOK

Sígueme en Twitter

Visitas al Blog