viernes, 26 de marzo de 2010

Red Ángel

El pasado miércoles 23 del presente, el gobierno del Distrito Federal anunció la creación de la Red Ángel. A través de este sistema va a coordinar todos sus programas sociales. Son más de 450 en la ciudad de México. Mediante ellos se garantiza a millones de capitalinos el acceso a la alimentación, la salud, la educación, la recreación, el deporte, el desarrollo comunitario, así como el mejoramiento de los barrios donde habitan.

Esta red coordinará los programas sociales creados desde hace 13 años a la fecha. Así, otorgará atención directa e información a los ciudadanos, al tiempo que evitará duplicidades y falta de articulación entre todos ellos.

En el Distrito Federal tenemos la mejor política social de todo el país. En ninguna entidad federativa hay pensión para adultos mayores. Tampoco programas que lleven uniformes y útiles escolares gratuitos a todos los alumnos de escuelas públicas. Menos una beca universal como aquí.

Es la única entidad con programas de comedores comunitarios, apoyo a organizaciones de la sociedad civil, seguro contra la violencia familiar, registro civil extemporáneo gratuito, apoyo a familias en vecindades, a personas que viven en calle, a jóvenes en situación de riesgo, a pueblos originarios y personas con discapacidad. Exámenes gratuitos de cáncer de mama, medicamentos y atención médica sin costo. Seguro de desempleo, créditos blandos para micro y pequeñas empresas; construcción de vivienda nueva, apoyo económico a unidades habitacionales de interés social, seguro educativo a niñas y niños inscritos en escuelas y desayunos escolares, entre muchos más.

Con su política social, el Gobierno del Distrito Federal garantiza que cientos de miles de niñas y niños, jóvenes, embarazadas, madres solteras, trabajadores despedidos y adultos mayores tengan alimentación y un ingreso mínimo seguro.

Toda esta red de programas sociales es fundamental e indispensable para enfrentar las situaciones de crisis económica y social que se viven actualmente.

Además, la Red Ángel obligará al gobierno a acercarse más a la población, a visitarla en sus casas y a estrechar el contacto directo, vivienda por vivienda. Esta labor será responsabilidad de personal que se ha destacado por su sensibilidad humana, como los promotores de Participación Ciudadana, las educadoras para la salud y los tutores del Instituto de la Juventud, entre ellos.

Así, se reafirma que nadie trabaja más en el país en favor de los pobres, en contra de la desigualdad y por el bienestar social que el gobierno del Distrito Federal. Si así se hiciera en todo el país mucho podría evitarse de la grave descomposición social que hoy se ve en la nación.

Lee este texto en El Universal Gráfico

viernes, 12 de marzo de 2010

Acuerdos contra el pueblo

Hoy todos los mexicanos pagamos más impuestos y desembolsamos más para comprar bienes y servicios. Es absurdo, pero en plena crisis económica todo está más caro porque el gobernador Enrique Peña Nieto propuso y obtuvo del PAN y de Felipe Calderón un compromiso de carácter electoral, únicamente para su beneficio y para consolidar sus desbordadas ambiciones presidenciales. A cambio, comprometió el voto de los diputados priístas en San Lázaro para que aumentaran —como lo hicieron— de 15 a 16% el IVA y de 28 a 30% el impuesto sobre la renta, entre otros gravámenes.

De tal arreglo ilegal quedó huella: un acuerdo firmado por los dirigentes de PRI y PAN, Beatriz Paredes y César Nava, respectivamente, junto con el secretario de Gobierno del Edomex, Luis Miranda, y el de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

Siempre negados, estos acuerdos PRI-PAN no son los primeros. Acaso la constante, lo que los significa, es que cada que lo hacen es para perjudicar a la mayoría de la gente. Los ejemplos son muchos y el espacio poco, pero todos recordamos la imagen del coordinador de los diputados del PRI, Humberto Roque Villanueva, celebrando (con la roqueseñal) el alza del IVA del 10 al 15%, acuerdo al que llegaron con el PAN.

Desde hace 11 años, millones de mexicanos hemos sido afectados tras la aprobación del Fobaproa por PRI y PAN. La sangría económica para el país por ese concepto ha sido monumental. La deuda inicial a pagar, en 1998, rondaba los 780 mil millones de pesos. Hoy, pese a los pagos multimillonarios que se hacen cada año, el endeudamiento por ese rubro ronda los 748 mil 600 millones de pesos. Es decir, casi lo mismo.

¿Y quién paga los intereses del acuerdo PRI y PAN por Fobaproa? Los ciudadanos a quienes sí nos cobran impuestos pero que nos dicen que no hay dinero para crear empleos, mejorar la educación, ampliar la cobertura en salud o edificar más viviendas.

Dado que siempre han servido para exprimir más a las mayorías, es que en este país son de temer los acuerdos PRI-PAN. La particularidad del que ahora se ha hecho público —ilegal, con firmas y todo— es que encareció la vida de millones de mexicanos exclusivamente para satisfacer intereses mezquinos, personalísimos, de Peña Nieto. Aún descubierto el cochupo, el gobernador del estado de México ni siquiera ha sido buscado por conductores de noticiarios para que explique por qué comprometió al PAN a no hacer alianzas electorales en 2011 en aquella entidad, a cambio de cobrar más impuestos.

Lo anterior prueba que en lo fundamental PRI y PAN son lo mismo, que siempre que lo requieran las ambiciones de uno y otro se unirán, aunque el resultado sea un mayor empobrecimiento de los ciudadanos.

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viernes, 5 de marzo de 2010

Izquierda social

La izquierda social vive y seguirá viviendo. No deriva de un caprichoso voluntarismo político. Expresa, antes bien, una necesidad. Busca igualdad y equidad. Tal debe ser el tema de mayor debate nacional, pues México es el país más desigual del continente americano.

Este planteamiento se dirige a la gente común, al ciudadano de a pie, especialmente a los más pobres. En su discurso político se significa por un programa de protección a los excluidos (las mayorías), y en la acción por el trabajo de base, directo, organizado.

Desde la izquierda, una fuerza auténtica y duradera sólo puede cimentarse sobre una intensa organización de las clases populares. En este campo, la fuerza política no se construye coaligando intereses o construyendo aparatos, sino representando los anhelos de los que nunca serán privilegiados por el sistema. Por eso la izquierda social es aquella que surge de los movimientos populares, de la organización social.

Es necesaria, porque hoy la inmensa mayoría de la clase política discute otros asuntos que no interesan a la población. Mientras la gente quiere saber, escuchar o tener propuestas sobre empleo, ingreso, alimentos, vivienda, buena educación, acerca del precio del gas o la luz, la clase política analiza cómo reelegirse en los cargos públicos, cómo se distribuye el poder en las Cámaras o en el gabinete.

Para la izquierda social discutir el Estado implica discutir la creación del cuarto nivel de gobierno, la revocación de mandato, el plebiscito, el referéndum, la iniciativa ciudadana, las elecciones vecinales, la soberanía del DF, la paridad de géneros, la autonomía indígena, el Estado laico. En suma, abundar sobre las obligaciones del Estado en pro del bienestar social.

En la agenda de la igualdad, la columna vertebral está en las demandas de trabajadores, campesinos, estudiantes, mujeres. Los marginados en general. Pero también en los temas de las minorías discriminadas. Por eso la izquierda social defiende el derecho al amor en cualquier variante. De hecho, la política de izquierda se hace con amor o no es de izquierda. Si no hay cariño hacia la gente se termina en una burocracia, o peor aún, en una tecnocracia.

Lo que domina hoy la acción del grupo gobernante en el país es precisamente el desprecio hacia la gente. Esto explica casos como el de la guardería ABC, los asesinatos de jóvenes en Ciudad Juárez y de mujeres indígenas violadas; la falta de justicia para los mineros o el cierre de Luz y Fuerza junto con miles de despedidos, entre otros.

Por eso la mejor política es la que se hace con ideas y principios. La mejor política, la más humana, la más fraterna, es la que se rige a favor de la igualdad. Esa es la que sigue la izquierda social.

Bienvenidos

Soy Martí Batres Guadarrama. Convencido de que México necesita una transformación que beneficie a la gente, desde muy joven me involucré en la política de izquierda.

En los años 80 fui miembro fundador del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posteriormente inicié mi militancia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Me he desempeñado como presidente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y del PRD-DF. En la gestión del Lic. Andrés Manuel López Obrador al frente del Gobierno del Distrito Federal fui subsecretario de Gobierno.

Fui diputado federal y coordinador parlamentario del PRD en la LVII legislatura.

De 2006 a septiembre de 2011 me desempeñé como secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal.

Bienvenidos a este espacio creado para compartir reflexiones sobre la actualidad de México, los invito a participar.

Gobierno Legítimo de México

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