viernes, 26 de febrero de 2010

La visita de Evo Morales

Sin duda el viaje de Evo Morales a la ciudad de México fue un acontecimiento pleno de significados. Quiso venir especialmente al DF, a visitar a sus autoridades. En el antiguo palacio del ayuntamiento recibió las llaves de la ciudad y habló de los obstáculos racistas que venció para ser presidente de Bolivia. Recordó a Benito Juárez y nos refrescó la memoria al mencionar que su nación fue la primera de América Latina que reconoció el gobierno de aquél tras la guerra en contra de los invasores franceses.

Al encomiar la grandeza de Juárez, sin proponérselo, dibujó en el imaginario colectivo un ejercicio histórico, sencillo pero significativo: 150 años después de que el indígena de Oaxaca llegara a la Presidencia de México, recibimos en el DF al primer indígena en ocupar idéntico cargo, pero en Bolivia.

Más tarde, Evo Morales visitó Coyoacán. Recibió el bastón de mando de grupos étnicos de nuestro país. Habló largo y tendido, fluido y coloquialmente, de temas de interés nacional e internacional. Recordó que hasta hace poco aún recibía calificativos discriminatorios de altas autoridades y grupos económicos poderosos. Justo en el año del bicentenario de la Independencia —lo conmemoran ambas naciones— remarcó el alejamiento del que hoy goza su patria respecto de otro imperio de nuestros días. Contó una historia “anecdótica” muy ilustrativa: hace poco, ni el presidente boliviano podía aterrizar en el aeropuerto de su país. Éste era controlado por el embajador de EU.

Informó a los presentes que, en un gesto soberano, nacionalizó los hidrocarburos, especialmente la renta petrolera. Que en un breve lapso su gobierno tendrá por primera vez en su historia un superávit fiscal. Con esos recursos, confió, inició cuatro programas sociales: uno para los niños de escuelas públicas, otro dedicado a los indígenas, uno más para las mujeres y el último, para los adultos mayores. Allá le llama “la renta dignidad”.

La aprobación a la gestión de Evo Morales ya se plasmó en las urnas. La primera vez llegó al gobierno con más de 50% de los votos. A su reelección, ¡con 63%! Como atento escucha recordé que en 2007, en un momento muy crítico para Bolivia, cuando la agresiva oposición de derecha demandaba la destitución de Evo, el GDF le tendió un puente diplomático e invitó al embajador de Bolivia, Jorge Mancilla, a un evento presidido por el propio Marcelo Ebrard donde se ponderó que mientras aquí existía la pensión universal para el adulto mayor, en Bolivia se iniciaba con la renta dignidad. Un paralelismo sintomático; dos programas sociales hermanos, en dos gobiernos de izquierda en América Latina.

También por esos días, el GDF firmó con el embajador de aquel país hermano la primera carta de intercambio en materia de desarrollo social.

Antes de partir, Evo Morales dejó latente un mensaje: que México “pronto se liberará”. Que así sea.

*Lee este texto en El Universal Gráfico

jueves, 25 de febrero de 2010

Organizar a las clases populares y retomar el trabajo de base, el reto y la tarea para lograr la igualdad social

Compañeras y Compañeros:

Saludo a las más de diez mil compañeras y compañeros reunidos en este espacio y a todos dirigentes que han convocado al evento.

Saludo también, desde acá, dando la bienvenida a la Ciudad de México, al presidente Evo Morales.

Nos convocamos hoy ejerciendo las libertades que nos dieron los Constituyentes de 1917. Ellos nos dieron la libertad de reunión, de manifestación, de asociación, de expresión y de pensamiento. Nos juntamos para luchar por la gente, también para luchar contra el PRI y contra el PAN.

Nos preocupa que la clase política discute todo menos lo que le interesa a la gente. Hoy la clase política esta discutiendo como se reeligen en los cargos legislativos y como se reparten en un nuevo arreglo las cámaras.

Nosotros pensamos en cambio que la gente quiere oír los temas del empleo, del salario, del gas, de la luz, de la vivienda, que son sus preocupaciones cotidianas.

Nos reúne también la convicción de que no son los reacomodos arriba ni las políticas de élite las que van a sacar al país adelante. Necesitamos revitalizar un fuerte movimiento popular desde abajo y a la izquierda pues la fuerza de la izquierda, verdadera y duradera, solo puede provenir de la gente sencilla, de la gente sin dinero y sin intereses.

Ese es el reto: organizar a las clases populares.

Esa es la tarea: retomar el trabajo de base.

Ese es el tema: la cuestión de la igualdad social .

Por eso formamos parte del gran Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular y la Soberanía Nacional que encabeza el compañero Andrés Manuel López Obrador.

Por eso también somos leales a nuestros principios. No los canjeamos por nada. No los guardamos en un cajón del escritorio. No los olvidamos. Porque no nos vamos a rendir y ninguna fuerza de derecha, sea el PRI o sea el PAN nos va arrodillar. Así, seguimos en la lucha. Somos congruentes y sabemos resistir.

Cuando dijimos que Felipe Calderón era espurio era para siempre, porque lo espurio no se quita con el tiempo.

Hoy más que nunca, el país necesita un cambio hacia la izquierda. La única salida esta a la izquierda. En efecto, urge sacar al PAN del gobierno federal, pero no para poner al priismo salinista. En efecto, hay que frenar al PRI, pero no para apoyar a una nueva versión del PAN. Por eso decimos: la diferencia entre el PRI y el PAN es la misma que entre la pepsi cola y la coca cola: tienen un envase distinto pero adentro tienen la misma porquería. Ni pepsi cola ni coca cola, preferimos los refrescos de la cooperativa pascual. Es decir, propiedad social y nacionalismo.

La izquierda debe sacar su rostro, su propia identidad, su programa como alternativa distinta frente al desastre de muchos años del PRI y pocos años del PAN. Por eso, no puede haber alianza con ellos. Las alianzas con el PAN le quitan votos al PRD. Si no los enfrentamos decididamente ahora y todo el tiempo, ¿cómo diremos mañana que son nuestros adversarios? ¿Quien nos creerá plenamente si no hay congruencia y si no hay definiciones claras? Por lo demás, la derecha sigue asediando al DF, metiendo controversias, acciones de inconstitucionalidad, metiéndose en los asuntos de seguridad publica del Distrito Federal, no dejan de hostigarnos, nos quitan recursos. Son en una palabra nuestros adversarios declarados. Por eso, nosotros decidimos combatir a la derecha, sea panista o priista pues es la misma derecha neoliberal, que mandó a la calle a los trabajadores electricistas.

Cierto, tienen razón quienes dicen que no basta con la fuerza del PRD, que no es suficiente, que hay que crecer, que el partido es pequeño frente a los grandes retos. Es cierto. Por eso hay que ir a la sociedad, dejar la grilla interna y la lucha palaciega, y orientar todo el esfuerzo a un intenso trabajo de base. No hay de otra, la gente está esperando nuestro esfuerzo en las calles. Eso es lo que hay que hacer. Es poco lo que se puede obtener en la lucha interna del partido, muy poco, y mucho el desgaste. En cambio, es mucho lo que se puede lograr si todos estamos en la calle trabajando con la gente, solidarizándonos con su sufrimiento y encabezando sus luchas y sus causas. Esa es la línea: trabajar hacia fuera y con la gente.

Una mención especial merece la Ciudad de México, frente de resistencia, laboratorio de los grandes cambios sociales. Hoy en día tenemos que defender a la ciudad y a su gobierno impulsando nuevas transformaciones sociales. Así acudimos a este frente, con definiciones claras. Unidad pero con definiciones claras. No en la ambigüedad, no en el eclecticismo.

Proponemos diez mandamientos para el frente que nace el día de hoy:

1.- Apoyar el Movimiento en Defensa de la Economía Popular que encabeza el Licenciado Andrés Manuel López Obrador, Presidente Legítimo de México.

2.-Defender a la ciudad y a su gobierno de la ofensiva de la derecha.

3.-Elaborar un programa de demandas sociales como el empleo, el salario, la vivienda, los alimentos, el gas y la luz.

4.-Apoyar la lucha de campesinos, indígenas, mujeres, jóvenes y especialmente a los mineros de Cananea y a los electricistas del Sindicato Mexicano de Electricistas que libran una difícil batalla.

5.-Rechazar las alianzas electorales con el PRI y con el PAN.

6.-Proponer una reforma política que le interese a los de abajo, a la gente, que incluya plebiscito, referéndum, iniciativa ciudadana, revocación del mandato, cuarto nivel de gobierno, como proponían los zapatistas, autonomía indígena y también: soberanía para el Distrito Federal.

7.-Respaldar la lucha de las mujeres en contra de estas reformas regresivas que pretender criminalizar su derecho a decidir, y apoyar también a las minorías discriminadas, especialmente a la comunidad gay para el ejercicio de todos sus derechos.

8.-Organizar el Bicentenario Social. Que no se nos olvide ¡Que viva Morelos!¡ Que viva Hidalgo!¡Que viva Zapata! ¡Y que viva Villa, cabrones! Ese es el Bicentenario de nuestra revolución e independencia.

9.-Conformar los comités por sección electoral para la lucha popular y la lucha electoral, las dos cosas, y promover la participación de la gente en las elecciones vecinales del DF.

10.-Construir el Frente de la Izquierda Popular, el Frente Amplio por la Igualdad Social, que iniciamos el día de hoy.

No quisiera terminar sin recordar, en el contexto de la visita del presidente Evo Morales un pasaje de esta biografía de Evo Morales que dice: “el Movimiento de Izquierda Revolucionaria era un partido que nació para pelear contra el régimen militar de Hugo Banzer. Sin embargo, 20 años después no baciló en sostener alianzas con el ex dictador. Hoy en día el MIR, ni es movimiento ni es de izquierda ni es revolucionaria. Cuando llego la hora de las definiciones, el MIR estaba aliado a los partidos de derecha y el MAS prefirió no hacer alianzas, se presentó sólo a las elecciones presidenciales y triunfó con Evo Morales como presidente”

Compañeras y compañeros: la izquierda triunfará si sabe ser la izquierda misma.

Muchas gracias por su atención.

* Discurso pronunciado durante el Encuentro Nacional de Dirigentes de Izquierda 2010, acto fundacional del Frente Amplio por la Igualdad Social celebrado el 21 de febrero de 2010 en la Ciudad de México

Igualdad, la idea política más importante del debate nacional actual

La Izquierda Social vive, y seguirá viviendo. Su existencia no se deriva de un caprichoso voluntarismo político. Expresa, antes bien, una necesidad, una realidad, una forma de pensar de muchos miles de luchadores sociales.

Somos una corriente de opinión en el sentido más correcto de la palabra, es decir: estamos unidos alrededor de ideas y no de intereses.

Nos convoca la idea de la igualdad, de la equidad. Esta es la idea política más importante en el debate nacional actual, pues México es el país más desigual del continente americano.

Nos distingue una historia de lucha social en el movimiento popular.

De hecho aquí está la explicación de nuestra fuerza, en esa conexión mágica con la cuestión popular.

Desde la izquierda, una fuerza auténtica y duradera sólo puede cimentarse en una intensa organización de las clases populares a través del trabajo de base. Ahí está todo el secreto del éxito y del fracaso.

Abandonar esta estrategia básica y sustituirla por la política de los aparatos y las élites conduce irremediablemente al debilitamiento de la izquierda.

Esto explica las políticas de alianzas que buscan conseguir con acuerdos arriba la fuerza que se ha perdido por al abandono abajo. La debilidad del PRD en la lucha electoral no se debe a la falta de alianzas con los partidos de derecha, sino a la falta de trabajo con las clases populares y a la ausencia de un discurso que represente sus causas.

Desde este campo, la fuerza política no se construye simplemente coaligando intereses o construyendo aparatos, sino sobre todo representando los anhelos de los que nunca serán privilegiados del sistema.

Somos un movimiento político y social. Nuestro horizonte no es copar los espacios en el aparato de un pequeño partido sino crecer en el mar inmenso de la sociedad.

No se trata de priorizar la lucha interna sino de enfatizar la lucha en la sociedad. La verdadera disputa del poder no es por la dirección del partido, sino por la conducción del Estado y la sociedad. El partido, insistimos, es muy pequeño frente al tamaño de la sociedad mexicana.

Por eso nuestro planteamiento está dirigido hacia afuera, hacia la gente común, hacia el ciudadano de a pie. Especialmente hacia los más pobres.

La Izquierda Social se significa en el discurso político por un programa social dirigido a al igualdad, a la equidad, a la protección de los excluidos, de los marginados de la mayoría; y en la acción, por el trabajo de base, directo, organizando la lucha de la gente.

La Izquierda Social es necesaria porque hoy en día la inmensa mayoría de la clase política discute otros temas, otros asuntos, que en nada le interesan a la población. Mientras la gente quiere saber, escuchar, tener propuesta sobre el empleo, el ingreso, los alimentos, la vivienda, el gas, la luz, la educación para los hijos; la clase política está discutiendo como se reelige permanentemente en los cargos públicos, como se distribuye el poder en las cámaras y el gabinete.

En nuestra perspectiva, discutir el Estado es discutir la creación del cuarto nivel de gobierno, la revocación del mandato, el plebiscito, el referéndum, la iniciativa ciudadana, las elecciones vecinales, la autonomía indígena, la soberanía del Distrito Federal, la paridad de géneros, los derechos sociales, la empresa pública y el Estado laico.

En la agenda de la igualdad, la columna vertebral está en las demandas de los trabajadores, campesinos, estudiantes, mujeres, y los marginados y excluidos en general. Pero también está en los temas de las minorías discriminadas. Por eso defendemos el derecho al amor en todas sus variantes. De hecho, no podríamos rendir mejor homenaje al 14 de febrero, día de San Valentín. La política de izquierda se hace con amor o no es de izquierda. Sino hay cariño a la gente terminamos siendo una burocracia o peor aún una tecnocracia.

Lo que domina la acción del grupo gobernante es precisamente el desprecio a la gente. Eso es lo que explica casos como el de las guarderías de Sonora, los jóvenes de Ciudad Juárez, los asesinatos y violaciones de mujeres indígenas, el castigo a los mineros, el cierre de Luz y Fuerza del Centro y el despido de los electricistas, entre muchos otros.

Nada bueno ha hecho el actual gobierno de Calderón por el pueblo de México, nada bueno podía esperarse de un gobierno espurio, y nada bueno esperamos en lo que resta de éste sexenio. Para nosotros Felipe Calderón es espurio y lo seguirá siendo el resto del sexenio y hasta el final de sus días, porque lo espurio no se quita con el tiempo. Nosotros nunca reconoceremos a Calderón como presidente.

De hecho, su gobierno es repudiado hoy en día por la mayoría de la población. Por eso el PRI pretende erigirse en alternativa para sacar al PAN del gobierno federal. Pero no se nos olvida que fue el PRI el que llevo a Calderón a los Pinos, pues sus gobernadores operaron el fraude del 2006.

Vamos a seguir combatiendo al PRI y al PAN por igual, pues ninguno de los dos es ni será un verdadero aliado de las luchas del pueblo. Rechazamos las alianzas políticas con cualquiera de ellos.

Pensamos que la mejor política es la que se hace con ideas y principios. No es cierto que la política y los principios sean cuestiones diferentes. Estamos habiendo y seguiremos haciendo política de principios.

Compañeros y compañeras:

Muchos mexicanos más, luchadores sociales como nosotros, comparten las ideas que aquí hemos expresado. Nos uniremos con ellos para formar un gran frente de toda la izquierda popular, formando un referente para el relanzamiento del movimiento popular y de la lucha social y de la lucha política contra la desigualdad y la pobreza.

En virtud de todo lo anterior proponemos el siguiente plan de acción:

1.- Apoyar e impulsar todas las acciones del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular y por la Soberanía.

2.-Respaldar las políticas de los gobiernos democráticos tendientes a la protección de la gente del pueblo afectada por la crisis.

3.- Rechazar las alianzas con el PRI y el PAN.

4.- Apoyar las luchas sociales de campesinos, ecologistas, electricistas, mineros, estudiantes, jóvenes y mujeres que se están dando a lo largo y ancho del país.

5.- Enarbolar un programa de reformas económicas y sociales en el debate nacional y legislativo.

6.- Defender los derechos de las mujeres, particularmente combatiendo las reformas regresivas que impulsan el PRI y el PAN para criminalizar el derecho a decidir.

7.- Promover una plataforma de reformas políticas para defender plebiscito, referéndum, iniciativa ciudadana, revocación del mandato, cuarto nivel de gobierno, elecciones vecinales, soberanía del DF, autonomía indígena, Estado laico, etc.

8.- Defender a la ciudad, y a su gobierno, de la ofensiva de la derecha, impulsando nuevas transformaciones.

9.- Conformar comités por sección electoral para la lucha social y la lucha popular; y en el DF promover la participación de la gente en la elección vecinal.

10.- Conformar un frente de toda la izquierda popular para revitalizar la lucha social, la lucha política contra las políticas neoliberales contra la desigualdad y la pobreza, comenzando por la reunión de cuadros del próximo domingo 21 de febrero.

Vivimos la peor crisis política, económica, moral y social del país. Pero hay esperanza, porque hay lucha, porque hay movimiento. No nos cansamos, no nos rendimos, no claudicamos. Seguimos leales a los principios y causas que nos dieron origen.

Somos parte de un movimiento más amplio, más grande, que viene de lejos y se asienta en la profundidad de la historia del pueblo mexicano.

Quisiera terminar este discurso con una cita del Presidente Socialista Francoise Miterrand:

“Las crisis que ha atravesado el partido socialista se originan todas en la misma discusión: alianza hacia la izquierda o alianza hacia el centro.

"Tomé partido y dije: toda debilidad del partido socialista hacia el centro lo conduce a perderse…y esta tentación resurge apenas parece que no va a levantar.

"No hay otra estrategia que no sea este anclaje en la izquierda y en la unión de la izquierda…No aceptarlo no solamente significa perder la fuerza y la identidad, sino correr irremediablemente hacia el fracaso.

"Creo que mañana, como ayer, la izquierda vencerá si sabe ser ella misma”.

* Discurso pronunciado en el Encuentro Nacional de Izquierda Social, el 14 de febrero de 2010, en la Ciudad de México.

Bienvenidos

Soy Martí Batres Guadarrama. Convencido de que México necesita una transformación que beneficie a la gente, desde muy joven me involucré en la política de izquierda.

En los años 80 fui miembro fundador del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posteriormente inicié mi militancia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Me he desempeñado como presidente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y del PRD-DF. En la gestión del Lic. Andrés Manuel López Obrador al frente del Gobierno del Distrito Federal fui subsecretario de Gobierno.

Fui diputado federal y coordinador parlamentario del PRD en la LVII legislatura.

De 2006 a septiembre de 2011 me desempeñé como secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal.

Bienvenidos a este espacio creado para compartir reflexiones sobre la actualidad de México, los invito a participar.

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