El hambre es una amenaza constante para toda la humanidad. Atenta contra el derecho a la vida y desarrollo de las comunidades. Los dos últimos años en México se elevaron desmesuradamente los precios de los básicos: la tortilla pasó de 6 a 8 pesos el kilogramo; el arroz subió de 7.75 a 23 pesos; la lenteja de 4 a 14 pesos; el frijol negro de 9 a 18 y hasta 30 pesos. En suma, la canasta básica brincó de 52 a 114 pesos.
Por este motivo, el gobierno del Distrito Federal creó el Programa de Comedores Comunitarios. Lo anunció el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, desde enero pasado. Su propósito: garantizar la alimentación, fortalecer la organización comunitaria, atender a personas en vulnerabilidad, propiciar solidaridad social, proteger el ingreso familiar, generar empleos, mejorar las condiciones de salud y nutrición, así como ampliar la infraestructura social.
En tres meses se crearon 160 comedores comunitarios y 50 públicos en las 16 delegaciones: 54% en zonas de muy alta marginación, 28% en zonas de alta y 16% en áreas de media marginación. En ellos se ofrece una comida corrida completa y nutritiva. En los primeros cuesta 10 pesos, y en los segundos es gratuita. Además hay 90 cocinas populares del DIF.
A través de estos 300 comedores, el GDF generó un millón 100 mil empleos entre personas de bajos recursos con ingresos mensuales superiores al mínimo. Invirtió 115 millones, incluida la adecuación del lugar y el equipamiento necesario. Hoy ofrecen 200 comidas diarias en promedio. El gran total en el lapso de referencia: un millón 500 mil comidas, para igual número de personas.
¿A quién se atiende? A madres solteras, personas con discapacidad, adultos mayores y mujeres embarazadas. Desempleados, niñas y niños, estudiantes, personas en situación de calle. Así, el GDF construye una red de protección social en colonias populares para personas marginadas y de escasos recursos.
Es necesario asegurar el acceso de toda persona, permanentemente, a una alimentación adecuada y con calidad nutricional. Esta es la mejor forma de garantizar una vida individual, colectiva y satisfactoria que potencie las capacidades físicas e intelectuales de la gente.
En otros ámbitos, en cambio, prevén el gasto de 3 mil millones de pesos para crear una cédula de identidad ciudadana ¿Cuántos comedores como los descritos o programas sociales podrían crearse con ese presupuesto?
Por este motivo, el gobierno del Distrito Federal creó el Programa de Comedores Comunitarios. Lo anunció el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, desde enero pasado. Su propósito: garantizar la alimentación, fortalecer la organización comunitaria, atender a personas en vulnerabilidad, propiciar solidaridad social, proteger el ingreso familiar, generar empleos, mejorar las condiciones de salud y nutrición, así como ampliar la infraestructura social.
En tres meses se crearon 160 comedores comunitarios y 50 públicos en las 16 delegaciones: 54% en zonas de muy alta marginación, 28% en zonas de alta y 16% en áreas de media marginación. En ellos se ofrece una comida corrida completa y nutritiva. En los primeros cuesta 10 pesos, y en los segundos es gratuita. Además hay 90 cocinas populares del DIF.
A través de estos 300 comedores, el GDF generó un millón 100 mil empleos entre personas de bajos recursos con ingresos mensuales superiores al mínimo. Invirtió 115 millones, incluida la adecuación del lugar y el equipamiento necesario. Hoy ofrecen 200 comidas diarias en promedio. El gran total en el lapso de referencia: un millón 500 mil comidas, para igual número de personas.
¿A quién se atiende? A madres solteras, personas con discapacidad, adultos mayores y mujeres embarazadas. Desempleados, niñas y niños, estudiantes, personas en situación de calle. Así, el GDF construye una red de protección social en colonias populares para personas marginadas y de escasos recursos.
Es necesario asegurar el acceso de toda persona, permanentemente, a una alimentación adecuada y con calidad nutricional. Esta es la mejor forma de garantizar una vida individual, colectiva y satisfactoria que potencie las capacidades físicas e intelectuales de la gente.
En otros ámbitos, en cambio, prevén el gasto de 3 mil millones de pesos para crear una cédula de identidad ciudadana ¿Cuántos comedores como los descritos o programas sociales podrían crearse con ese presupuesto?
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