domingo, 27 de junio de 2010

Monsiváis

De manera inesperada falleció el escritor mexicano Carlos Monsiváis. Todos han lamentado su muerte. En sus funerales estuvieron presentes personajes representativos de todas las corrientes políticas. Incluso funcionarios del gobierno federal. Las esquelas en su nombre las firmaron organizaciones de todo tipo: empresariales, sindicales, sociales, culturales, académicas. Pero, ¿quién es Carlos Monsiváis, qué representa, qué significa su obra y su legado; cuál su enseñanza?


Monsiváis no fue de esos intelectuales que hablan bien o en nombre del poder. De los defensores de lo indefendible. No fue justificador de actos abominables del Estado. Antes bien, su estilo particular se significó por el uso adecuado, preciso y exacto del lenguaje que desnuda, censura y ridiculiza la solemnidad, el cinismo o la estulticia del declarante en turno. Esa forma de decir y exhibir, hoy casi es inexistente en México.

Fue un libre pensador independiente del Estado. Crítico implacable de todo lo criticable. Observador distante del ejercicio de la política. Su crónica no fue la del poder sino la de los que carecen del mismo. De los ignorados, de los aplastados por “la autoridad”.

Carlos Monsiváis preservó siempre su independencia y capacidad crítica, incluso respecto de los propios partidarios que extraviaron el camino. Por ello, con total autoridad moral pudo censurar el desprestigio priísta, el conservadurismo panista y el dogmatismo de una parte de la izquierda mexicana.

Nunca fue un intelectual neutro. Nunca cambió de ruta por un beneficio material. No aceptó el apapacho gubernamental por su silencio. No se fue de gira presidencial para hacer la apología del “hombre de Estado”. Nunca abandonó sus ideales por unos minutos de celebridad mediática.

Fue militante de la izquierda, defensor de ideas avanzadas, partidario de la igualdad, la equidad, la paz, la libertad. Observó y narró con cercanía las luchas de maestros, estudiantes, damnificados del 85, entre muchas otras. Encomió siempre a la sociedad que busca organizarse. Y también criticó a la izquierda desde la izquierda misma: censuró a los dogmáticos, a los herederos y conservadores del estalinismo. Más tarde, a los gobiernistas a los que, entregados a los intereses del poder, abandonaron sus principios.

Más allá de homenajes y rituales en su nombre, lo importante es emular la conducta de Monsiváis: demandar al intelectual independencia del poder, crítica infatigable, observación distante, incluso de la propia izquierda cuando realiza el ejercicio del poder. Ése es el papel del intelectual. Hacer la crítica del poder.

Por eso recordamos con afecto y admiración a Carlos Monsiváis.

Lee este texto en EL Universal Gráfico

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Bienvenidos

Soy Martí Batres Guadarrama. Convencido de que México necesita una transformación que beneficie a la gente, desde muy joven me involucré en la política de izquierda.

En los años 80 fui miembro fundador del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posteriormente inicié mi militancia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Me he desempeñado como presidente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y del PRD-DF. En la gestión del Lic. Andrés Manuel López Obrador al frente del Gobierno del Distrito Federal fui subsecretario de Gobierno.

Fui diputado federal y coordinador parlamentario del PRD en la LVII legislatura.

De 2006 a septiembre de 2011 me desempeñé como secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal.

Bienvenidos a este espacio creado para compartir reflexiones sobre la actualidad de México, los invito a participar.

Gobierno Legítimo de México

VISÍTAME EN FACEBOOK

Sígueme en Twitter

Visitas al Blog