Cuando se habla de convocar a un periodo extraordinario de sesiones en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), vale la pena reflexionar sobre la agenda que requiere la ciudad para continuar y profundizar las transformaciones tendientes a la equidad y al bienestar social, temas eje y centrales del proyecto aplicado en la ciudad de México en la última década.
Es importante hacer la valoración objetiva del impacto en temas fiscales y de desarrollo urbano. Escuchar la opinión de la población. Conocer sus sentimientos. Y sobre todo, atender sus necesidades.
Por ello es importante retomar la agenda social. Ya hay diversas iniciativas de legisladores locales que buscan acentuar diversos temas sociales. Es patente su deseo de avanzar en cambios a la ley para prevenir y erradicar la discriminación. En crear una ley para darle estatus de derecho al mejoramiento de los barrios. De igual manera, se ha propuesto una ley de los comedores públicos y comunitarios en esta capital para darle permanencia y certidumbre a este programa creado por el gobierno de la ciudad.
Otros legisladores pugnan por convertir al programa de uniformes escolares en ley, lo mismo que la beca universal de bachillerato, Prepa sí. Sería un éxito crear la ley para darle estatus de derecho a este salario estudiantil. Existe además una iniciativa en el mismo sentido para el programa de apoyo a personas con discapacidad.
Se trata, en todos los casos, de profundizar el principio que hace de los programas sociales un derecho para todos. Así ya no estaríamos frente a una buena iniciativa gubernamental que puede perdurar o no, sino ante algo permanente, plasmado en la ley. Es decir, ante una garantía para los ciudadanos que es exigible y exigido por la ciudadanía en general.
Con otros temas eso ya ocurrió en el DF. Los útiles escolares gratuitos se entregan por mandato de ley, lo mismo que la pensión de los adultos mayores, el seguro educativo (llamado educación garantizada), el acceso gratuito a medicamentos y atención médica en los centros de salud capitalinos, entre otros. Debemos continuar con esa línea. Ese es un punto que hace distinta la política social en el DF, porque a nivel federal ningún programa social se ha vuelto ley.
Por lo demás, la situación del país exige profundizar, retomar, virar hacia un programa social. Por ello es importante que desde la ALDF se retome la agenda social. La ciudad de México debe marcar con mucha claridad esta distinción, sobre todo en una época donde todo se desdibuja, todo se revuelve y todo se confunde para parecer lo mismo.
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