Así se titula el libro que este año editó y distribuye la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, junto con Caritas Mexicana, Institución de Asistencia Privada, ambas instancias sociales muy importantes de la Iglesia católica en nuestro país.
El texto ubica al problema de la pobreza como el factor de mayor adversidad nacional. Con la filosofía propia de la doctrina social de esa Iglesia, se enfoca hacia un análisis del tema para recoger orientaciones y reflexiones en torno a este gran desafío.
Basado en cifras oficiales, hace ver lo explosivo de la situación y la urgencia de revertirla. Advierte que hay una indigencia que impide a las personas y a las familias vivir según su dignidad: “Una pobreza que ofende a la justicia y a la igualdad que, como tal, amenaza la convivencia pacífica”.
Más adelante enumera los municipios con mayor pobreza: San Lorenzo Texmelucan, San Simón Zahuatlán, Santa María Zaniza, San Pablo Cuatro Venados y Santos Reyes Yucuná, Oaxaca; San Juan Cancuc y Santiago Pinar, Chiapas, y Chichiquila, Puebla. No obstante, revela los sitios donde vive el mayor número de pobres. En orden descendente: Ecatepec, Iztapalapa, Nezahualcóyotl; las ciudades de Puebla, Guadalajara, León, Ciudad Juárez y Acapulco; la delegación Gustavo A. Madero y la capital de Aguascalientes.
Para hacer más obvio el asunto, enlista ejemplos brutales: 20% de la población con mayor ingreso concentra la mitad de la riqueza total del país; 10% con mayores recursos recibe 34.5% del ingreso total y 10% con menores recursos apenas 2.4%. La diferencia entre unos y otros es de 14 veces. En cuanto al ingreso de los hogares, indica que por cada peso que reciben las familias más pobres, las más pudientes ganan 8.31 pesos.
Por lo que hace a las condiciones de vida, el libro señala que 55% de los más pobres viven —muchas veces hacinados— en casas con piso de tierra, paredes de madera y techos de cartón o lámina; 30% aún utiliza fogones de leña para cocinar; 62.5% no recibe agua entubada y 55% carece de drenaje. Además, la desnutrición crónica afecta a 25% de dicho sector.
Por todo ello, la situación es inaceptable y escandalosa. La publicación de este libro es realmente relevante porque contribuye a colocar en el centro de la preocupación nacional el problema de la pobreza y la desigualdad, sin cuya solución no se podrán resolver otro tipo de adversidades.
Es importante, también, porque permite encontrar grandes consensos aún entre instituciones muy diferentes, acerca de los principales problemas del país y sobre todo para actuar frente a ellos.
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