La más reciente encuesta de EL UNIVERSAL sobre cobertura de los programas sociales del DF revela datos formidables. Por ejemplo, a la pregunta: “¿Has sido beneficiado por el programa de Mejoramiento Barrial?”, 12% responde que sí. Al proyectar tal cifra —en relación con el conjunto de la ciudad— resulta que un millón de personas ya tienen conciencia sobre el beneficio social que aquél les ha traído.
El número es muy grande, y se significa aún más porque el programa sólo se ha aplicado en poco más de 250 colonias de la ciudad. De hecho somos de la idea de que Mejoramiento Barrial debe universalizarse para estar acorde con nuestra Ley de Desarrollo Social. Así, sus beneficios podrían aplicarse en las 2 mil 500 colonias que contarían con un presupuesto fijo y permanente que ejercerían los propios vecinos.
No obstante, hoy el programa cuenta ya con una fortaleza institucional envidiable. Se encuadra dentro de la Secretaría de Desarrollo Social; redistribuye la riqueza hacia zonas de media, alta y muy alta marginación, además de ser un programa de participación social y de construcción comunitaria.
La Facultad de Arquitectura de la UNAM desarrolló el diplomado sobre Mejoramiento Barrial. Se publicó ya el primer libro sobre el tema y se prepara el segundo con apoyo de la UNAM. Existe un consejo consultivo de Mejoramiento Barrial con más de 50 instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil representadas. Académicos de gran prestigio como Alicia Ziccardi, Lucía Álvarez, Gustavo Romero, Lourdes García, Pablo Yanes, Patricia Ramírez Kuri, Arturo de Mier, Enrique Dussel, Cristina Sánchez Mejorada, Rocío Lombera, entre otros, han estado cerca del mismo.
Es también el primer programa social del Distrito Federal con un ejercicio de evaluación participativa a través de amplios encuentros de los barrios. Recientemente obtuvo la distinción mundial de mejores prácticas de participación ciudadana por el Observatorio Internacional de Democracia Participativa. En la Asamblea Legislativa del DF hay una iniciativa de ley para darle permanencia y cualidad de derecho ciudadano. Por último, cabe señalar que es un instrumento de planeación democrática del desarrollo urbano.
PD: En estos días se realizan las jornadas notariales promovidas por el gobierno de la ciudad y el Colegio de Notarios. Cabe recordar que iniciaron en 1998, cuando el diputado Ricardo Molina, a la sazón presidente de la Comisión de Notariado de la ALDF, primera legislatura, convocó a los notarios a las explanadas y a colonias populares para dar asesorías gratuitas, realizar escrituraciones y testamentos a bajo costo.
Lee este texto en El Universal Gráfico
No hay comentarios:
Publicar un comentario