Por cuarto año consecutivo se realiza el Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del Distrito Federal el cual, a juzgar por la gran respuesta ciudadana, se ha consolidado satisfactoriamente.
En 2007 se inscribieron al mismo 139 proyectos y en 2008, 266. Al año siguiente lo hicieron 584 y en el presente hubo 752 solicitudes. Es prueba de que el programa ha penetrado ampliamente en la conciencia de las organizaciones vecinales y de ciudadanos que, individualmente, desean mejorar su entorno.
A través de Mejoramiento Barrial se trasladan recursos del gobierno capitalino a barrios muy pobres, colonias populares, unidades habitacionales de interés social y pueblos originarios. Son sitios adonde generalmente no llega la inversión privada, que se concentra en zonas como Reforma, Insurgentes, Polanco, Las Lomas o Santa Fe. Fuera de ahí, sólo la inversión pública puede lograrlo.
Con este programa, los vecinos hacen prácticamente cualquier tipo de obra: plazas cívicas, quioscos, áreas de juego, bardas perimetrales, pequeñas obras de drenaje, andadores y escalinatas en las zonas altas, sistemas para retener y aprovechar el agua de lluvia, entre otras. Por extraordinario que parezca, sociedad y gobierno capitalino, juntos, han hecho auditorios al aire libre, teatros, salones de usos múltiples, canchas deportivas y pintas de fachadas para unificar colonias enteras.
Barrios históricos, pueblos con significaciones especiales y zonas muy conflictivas han sido incluidos. Ahí está San Juan Ixtayopan; colonias como la Nueva Atzacoalco; los barrios del Niño Jesús y el de La Melcocha; las sierras de Guadalupe y Santa Catarina; el Peñón Viejo, en Iztapalapa, y unidades habitacionales históricas como la Vicente Guerrero o la Infonavit Iztacalco.
El programa reconstruye el tejido social. Ni siquiera la obra física es lo más importante, sino la cohesión comunitaria. Su presupuesto es participativo, de democracia directa porque los ciudadanos lo ejercen. Esto le mereció ya al Programa de Mejoramiento Barrial un premio internacional (entre 400 entidades distintas de 22 países, del Observatorio Internacional de Democracia Participativa, con sede en Barcelona): primer lugar en la modalidad de mejores prácticas de participación ciudadana.
En síntesis, este es un programa exitoso, consolidado, que demuestra que sí es posible confiar en la gente. Y ha transformado el entorno de colonias, barrios y pueblos que esperaron décadas para hacerlo.
PD: ojalá haya elección vecinal. Es un pendiente con la ciudadanía del DF. Cumplirlo ayudará a construir la democracia participativa.
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