La Izquierda Social vive, y seguirá viviendo. Su existencia no se deriva de un caprichoso voluntarismo político. Expresa, antes bien, una necesidad, una realidad, una forma de pensar de muchos miles de luchadores sociales.
Somos una corriente de opinión en el sentido más correcto de la palabra, es decir: estamos unidos alrededor de ideas y no de intereses.
Nos convoca la idea de la igualdad, de la equidad. Esta es la idea política más importante en el debate nacional actual, pues México es el país más desigual del continente americano.
Nos distingue una historia de lucha social en el movimiento popular.
De hecho aquí está la explicación de nuestra fuerza, en esa conexión mágica con la cuestión popular.
Desde la izquierda, una fuerza auténtica y duradera sólo puede cimentarse en una intensa organización de las clases populares a través del trabajo de base. Ahí está todo el secreto del éxito y del fracaso.
Abandonar esta estrategia básica y sustituirla por la política de los aparatos y las élites conduce irremediablemente al debilitamiento de la izquierda.
Esto explica las políticas de alianzas que buscan conseguir con acuerdos arriba la fuerza que se ha perdido por al abandono abajo. La debilidad del PRD en la lucha electoral no se debe a la falta de alianzas con los partidos de derecha, sino a la falta de trabajo con las clases populares y a la ausencia de un discurso que represente sus causas.
Desde este campo, la fuerza política no se construye simplemente coaligando intereses o construyendo aparatos, sino sobre todo representando los anhelos de los que nunca serán privilegiados del sistema.
Somos un movimiento político y social. Nuestro horizonte no es copar los espacios en el aparato de un pequeño partido sino crecer en el mar inmenso de la sociedad.
No se trata de priorizar la lucha interna sino de enfatizar la lucha en la sociedad. La verdadera disputa del poder no es por la dirección del partido, sino por la conducción del Estado y la sociedad. El partido, insistimos, es muy pequeño frente al tamaño de la sociedad mexicana.
Por eso nuestro planteamiento está dirigido hacia afuera, hacia la gente común, hacia el ciudadano de a pie. Especialmente hacia los más pobres.
La Izquierda Social se significa en el discurso político por un programa social dirigido a al igualdad, a la equidad, a la protección de los excluidos, de los marginados de la mayoría; y en la acción, por el trabajo de base, directo, organizando la lucha de la gente.
La Izquierda Social es necesaria porque hoy en día la inmensa mayoría de la clase política discute otros temas, otros asuntos, que en nada le interesan a la población. Mientras la gente quiere saber, escuchar, tener propuesta sobre el empleo, el ingreso, los alimentos, la vivienda, el gas, la luz, la educación para los hijos; la clase política está discutiendo como se reelige permanentemente en los cargos públicos, como se distribuye el poder en las cámaras y el gabinete.
En nuestra perspectiva, discutir el Estado es discutir la creación del cuarto nivel de gobierno, la revocación del mandato, el plebiscito, el referéndum, la iniciativa ciudadana, las elecciones vecinales, la autonomía indígena, la soberanía del Distrito Federal, la paridad de géneros, los derechos sociales, la empresa pública y el Estado laico.
En la agenda de la igualdad, la columna vertebral está en las demandas de los trabajadores, campesinos, estudiantes, mujeres, y los marginados y excluidos en general. Pero también está en los temas de las minorías discriminadas. Por eso defendemos el derecho al amor en todas sus variantes. De hecho, no podríamos rendir mejor homenaje al 14 de febrero, día de San Valentín. La política de izquierda se hace con amor o no es de izquierda. Sino hay cariño a la gente terminamos siendo una burocracia o peor aún una tecnocracia.
Lo que domina la acción del grupo gobernante es precisamente el desprecio a la gente. Eso es lo que explica casos como el de las guarderías de Sonora, los jóvenes de Ciudad Juárez, los asesinatos y violaciones de mujeres indígenas, el castigo a los mineros, el cierre de Luz y Fuerza del Centro y el despido de los electricistas, entre muchos otros.
Nada bueno ha hecho el actual gobierno de Calderón por el pueblo de México, nada bueno podía esperarse de un gobierno espurio, y nada bueno esperamos en lo que resta de éste sexenio. Para nosotros Felipe Calderón es espurio y lo seguirá siendo el resto del sexenio y hasta el final de sus días, porque lo espurio no se quita con el tiempo. Nosotros nunca reconoceremos a Calderón como presidente.
De hecho, su gobierno es repudiado hoy en día por la mayoría de la población. Por eso el PRI pretende erigirse en alternativa para sacar al PAN del gobierno federal. Pero no se nos olvida que fue el PRI el que llevo a Calderón a los Pinos, pues sus gobernadores operaron el fraude del 2006.
Vamos a seguir combatiendo al PRI y al PAN por igual, pues ninguno de los dos es ni será un verdadero aliado de las luchas del pueblo. Rechazamos las alianzas políticas con cualquiera de ellos.
Pensamos que la mejor política es la que se hace con ideas y principios. No es cierto que la política y los principios sean cuestiones diferentes. Estamos habiendo y seguiremos haciendo política de principios.
Compañeros y compañeras:
Muchos mexicanos más, luchadores sociales como nosotros, comparten las ideas que aquí hemos expresado. Nos uniremos con ellos para formar un gran frente de toda la izquierda popular, formando un referente para el relanzamiento del movimiento popular y de la lucha social y de la lucha política contra la desigualdad y la pobreza.
En virtud de todo lo anterior proponemos el siguiente plan de acción:
1.- Apoyar e impulsar todas las acciones del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular y por la Soberanía.
2.-Respaldar las políticas de los gobiernos democráticos tendientes a la protección de la gente del pueblo afectada por la crisis.
3.- Rechazar las alianzas con el PRI y el PAN.
4.- Apoyar las luchas sociales de campesinos, ecologistas, electricistas, mineros, estudiantes, jóvenes y mujeres que se están dando a lo largo y ancho del país.
5.- Enarbolar un programa de reformas económicas y sociales en el debate nacional y legislativo.
6.- Defender los derechos de las mujeres, particularmente combatiendo las reformas regresivas que impulsan el PRI y el PAN para criminalizar el derecho a decidir.
7.- Promover una plataforma de reformas políticas para defender plebiscito, referéndum, iniciativa ciudadana, revocación del mandato, cuarto nivel de gobierno, elecciones vecinales, soberanía del DF, autonomía indígena, Estado laico, etc.
8.- Defender a la ciudad, y a su gobierno, de la ofensiva de la derecha, impulsando nuevas transformaciones.
9.- Conformar comités por sección electoral para la lucha social y la lucha popular; y en el DF promover la participación de la gente en la elección vecinal.
10.- Conformar un frente de toda la izquierda popular para revitalizar la lucha social, la lucha política contra las políticas neoliberales contra la desigualdad y la pobreza, comenzando por la reunión de cuadros del próximo domingo 21 de febrero.
Vivimos la peor crisis política, económica, moral y social del país. Pero hay esperanza, porque hay lucha, porque hay movimiento. No nos cansamos, no nos rendimos, no claudicamos. Seguimos leales a los principios y causas que nos dieron origen.
Somos parte de un movimiento más amplio, más grande, que viene de lejos y se asienta en la profundidad de la historia del pueblo mexicano.
Quisiera terminar este discurso con una cita del Presidente Socialista Francoise Miterrand:
“Las crisis que ha atravesado el partido socialista se originan todas en la misma discusión: alianza hacia la izquierda o alianza hacia el centro.
"Tomé partido y dije: toda debilidad del partido socialista hacia el centro lo conduce a perderse…y esta tentación resurge apenas parece que no va a levantar.
"No hay otra estrategia que no sea este anclaje en la izquierda y en la unión de la izquierda…No aceptarlo no solamente significa perder la fuerza y la identidad, sino correr irremediablemente hacia el fracaso.
"Creo que mañana, como ayer, la izquierda vencerá si sabe ser ella misma”.
* Discurso pronunciado en el Encuentro Nacional de Izquierda Social, el 14 de febrero de 2010, en la Ciudad de México.
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