Con gran resonancia, el Instituto de Asistencia e Integración Social de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del Distrito Federal está celebrando sus primeros 10 años de existencia. Para tal conmemoración fueron programadas diversas actividades. Una de las de mayor impacto fue la comida pública y gratuita que concitó en el monumento a la Revolución a más de 4 mil personas de escasos recursos, el pasado miércoles 19.
Con ello se demostró el gran éxito de este programa social, el de comedores comunitarios y públicos, donde los ciudadanos sacian su hambre. Con 10 pesos en el primer caso, y gratuitamente en el segundo. Ahí, deja de regir la ley del mercado y se impone la lógica de los derechos sociales. Ese es el motivo central que lo anima: ver a los alimentos más que como una mercancía, como el ejercicio de un derecho humano. Ha sido tan bien recibido por la población que en muchas comunidades demandan su presencia o que haya más de estos sitios.
Quizá por ello la reacción no se ha dejado esperar. Voceros de PRI y PAN en la capital de la República censuran por "populistas y electoreras" estas y otras políticas públicas del gobierno del Distrito Federal. Lo que llama la atención es por qué ellos, donde gobiernan, no hacen acciones parecidas en favor de la gente que más lo requiere.
¿En qué gastan esos gobiernos el dinero público? El estado de México tiene el presupuesto más grande del país: poco más de 150 mil millones de pesos, y el del DF ronda los 130 mil millones. ¿En qué lo utilizan ellos? ¿Por qué no hacen buenos programas de apoyo para la población? ¿Por qué usan el dinero público en publicidad televisiva, clandestinamente o bajo el agua?
¿Cuánto dinero destina el PAN a la guerra contra el narco? ¡300 mil millones de pesos! Eso equivale al presupuesto para comedores públicos y comunitarios ¡durante 3 mil años! Ni más ni menos. En vez de comprar más armamento -que genera mayor violencia- ¿por qué no invertir y responder a las necesidades de la población, hacer efectivos sus derechos, generar bienestar, garantizar alimentos a todos y crear más empleos?
La Secretaría de Desarrollo Social capitalina trabaja con una visión tan abierta que colocó varios comedores en delegaciones panistas, como en Miguel Hidalgo, a solicitud expresa de la autoridad local. Sólo porque la gente los necesita y el recurso es público.
Todo ello nos lleva a una simple conclusión. Las supuestas críticas partidistas al multicitado programa son un mero golpeteo político sin razón, sin argumento, sin sustento y muestran que están ardidos por los éxitos del gobierno del Distrito Federal, mientras "sus gobiernos" sólo exhiben fracasos y más pobreza. Entonces la crítica, la verdadera, es para ellos por ser omisos y negligentes
Le este texto en El Universal Gráfico
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